viernes, 20 de junio de 2014

Costa Rica 1, Italia, niente


No hay torneo más aristocrático que una Copa del Mundo. Entrar entra casi cualquiera pero unos están destinados a ser reyes, condes y marqueses y los otros a servir los bocadillos y los tragos. Y es todavía peor si te toca jugar con la realeza. Con tres excampeones mundiales compartía grupo Costa Rica lo que equivalía a irse de vuelta a casa una vez que hubiera puesto la mesa. Pero hoy, jugando contra Italia los ticos vinieron a dejar claro que iban a quedarse un rato más, que su victoria sobre Uruguay no había sido casual o que se debía a la buena fortuna de que los uruguayos no contaran con Luis Suárez.


Hoy salieron al campo contra el tetracampeón con el mismo descaro y buen juego  que la vez anterior. Italia jugó como si anoche se hubiera intoxicado con pescado o como si al levantarse se hubiera tomado la pastilla equivocada pero buena parte de su incapacidad de elaborar juego, de bailar a su ritmo debe atribuirse a la asfixiante presión tica, lo concentrado de su defensa y lo inquietante de su ataque. Y no es que el árbitro fuera demasiado amable con los ticos y hasta dejó pasar un penalti clarísimo (y ese es otro problema con los plebeyos en los mundiales: la ley siempre está de parte de los otros) pero poco importó porque esta vez Costa Rica fue Cenicienta, el príncipe y el zapatico de cristal al mismo tiempo.  

1 comentario:

Miguel Iturralde dijo...

Felicitaciones a los ticos, hicieron su juego y no le permitieron nada a los italianos en la línea de fondo, quienes salieron a jugar como el que sale a tomarse una caipiriña en Copacabana. Mi equipo es Italia pero ahora tendrá que bailar con la más fea para ganarse el pase. Puede ser que Costa Rica también implante una moda en el fútbol: cero jugadores show-off o tatuados. Saludos.