sábado, 29 de septiembre de 2012

La Cibertimba



Si te ha gustado,puedes ayudarme a financiar la fabricación de copias de este disco para enviarlas gratis a Cuba pinchando en el siguiente link:
http://www.yagruma.org/p/430001/la-cibertimba-y-el-barbaro

Primer videoclip promocional del nuevo CD de Boris Larramendi,titulado "La Cibertimba y el Bárbaro"
Videoclip realizado por George Gautier
Tema "La Cibertimba"
Letra y música Boris Larramendi
Producido por Ivette Falcón y Boris Larramendi
Guitarra,pandereta,güiro,coros,voz,programaciones,mezcla y mastering Boris Larramendi.
Coros: Elvira Méndez, Luis Méndez, Ivette Falcón, Adela Larramendi, Jonathan Trippett, Saray Calcedo,Alejandro Calcedo, Alejandro Frómeta, Félix Varela, Amaia Domínguez, René Rodríguez,Vania López, Silvio Matos y George Gautier.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Hey Joe


“Hey Joe”, la canción que contaba la historia de un hombre que planea escapar a México luego de matar a su mujer y hecha famosa por Jimmi Hendrix tuvo unos inicios humildes cantada por su creador Billy Roberts, cantante folk establecido en California quien la registró en 1962 tocada apenas con guitarra acústica
De ella hay múltiples versiones (Led Zeppelín, Patti Smith, Lenny Kravitz, Wilson Pickett, David Gilmour con Seal) de las que quiero compartir un par. La de Medeski, Martin & Word con Marc Ribot:

(Para una versión todavía más minimalista de los mismos (sin Ribot) oír aquí.

Y la de los brasileños de O Rappa:

martes, 25 de septiembre de 2012

Reguetoneando



-¿Viste la nueva ley que quieren aprobar en Cuba?
-¿La eliminación del permiso de salida?
-Frío, frío.
-La ilegalización del marabú.
-Frío.
-¿La declaración de la moringa como planta nacional?
-Tibio. Ahora el Gobierno prepara una norma jurídica para regular los usos de la música. Hay un consenso de que la música presenta una evidente carencia de valores que deriva en una amplia gama de vulgaridades. Y de manifestaciones sexistas y machistas. Frank Fernández dijo que la vulgaridad en la música provoca una subversión de los valores éticos e implica pérdidas en la vida espiritual de los cubanos.
-¿Y no será al revés?
-No, la música es la culpable de todo.
-¿Y a nosotros no nos explicaban en la escuela que la cultura era un reflejo de la vida material de la gente?
-No me jodas que ahora te vas a poner marxista.
-No, pero me llama la atención tanto espiritismo. ¿Y cómo se traduce esa ley?
-Que le van a caer arriba al reguetón.
-O sea que a partir de ahora el reguetón tendrá que ser instrumental o usar letras de Silvio. El hombruqui se hizo siempre de todo materialuti.
-Mi unicorniuqui ayer se me perdiuqui.
-¿Y dónde van a discutir la Chupiley? ¿En el parlamentuqui?
-Na. Eso es una norma jurídica no un proyecto de ley así que no van hacer el paripé de llevarla a la asamblea o hacer un referendo.
-Querrás decir el paripuqui del referenduqui.
-Da igual. También el gobierno anda preocupado con el cobro de impuestos a los artistas. Parece que en lo de los impuestos también se les acabó el paseo gratis.
-O sea, que tienen que subvencionar a Frank Fernández con el reguetón y encima los obligan a cantar por señas.
-Lo que me preocupa que se pongan retroactivos. Si se ponen para la vulgaridad en la música nada más que se salva Radio Enciclopedia que también es vulgar pero de una forma más sutil. Imagínate que la cojan con “El reloj de Pastora”: “En la puerta de mi casa sentí que se me paraba/ el relojito e’ pulsera que en el bolsillo llevaba”.
-No creo. El problema sería si en vez de relojito fuera un relojuti. Me imagino que la ley será contra los que están dando cintura ahora. A Frank Fernández le debe caer como una pataduti que La Voz llene estadios y potreros pagando y que a él no vayan a verlo ni tocando gratis.
-Así que censura para el reguetón. Como los Beatles en su momento. Me imagino que se pueda considerar como un paso de avance.
-No. A lo mejor quiere decir que de aquí a unos años tendremos a un montón de reguetoneros en bronce sentados al lado de Lennon en el parque y a un viejito al lado para que no les roben las cadenas y el bling bling.
-O el Chupi chupi que lleva en la mano. Porque recuerda que en el principio estuvo el Chupi chupi y el Chupi era con Dios y el Chupi era Dios.
-Sí, me imagino a Abel Prieto con la melena canosa inaugurando el conjunto escultórico agradeciéndoles sus contribuciones a la cultura nacional, la paz mundial y al sistema tributario de la patria.
-Mira, a Abel Prieto mejor lo dejamos para otro día. Allí si hay melena por donde cortar.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Cosas de Manteca


Lázaro Plá, veterano bongosero cubano conocido como "Manteca" realizó a inicios de los años setenta en Miami unas grabaciones que no salieron al mercado hasta 1978 bajo el no muy original título de “Ritmo y sabor”. Lo acompañaban en estas grabaciones los percusionistas Nelson Padrón (timbales) y Carlos “Patato” Valdés (congas) y un bajista que algunos suponen que sea Cachao algo difícil de aceptar aunque sólo sea porque Cachao sería la única grabación en que tocaría el bajo eléctrico. Entre lo más sorprendente de este disco está precisamente el sabor “funky” que le impregna a varias piezas ese bajo rodeado de la brillantez y la potencia de los percusionistas. Una discreta pero sólida maravilla.  

Afro funky:

Cosas de Manteca:

Abacuá:

domingo, 23 de septiembre de 2012

La incomprendida Zayas- Bazán

Carmen Zayas Bazán –a quien se suele subtitular como “la Mujer que no entendió la grandeza de su marido José Martí”- le escribió una vez al famoso agitador del exilio:


“Mucho más que tú tienen méritos esos hombres que lucharon y que hoy se rinden, no a un gobierno que combatieron sino a las necesidades de sus hijos no satisfechas… Sacrificar a todos y cantar purezas lejos del contagio, olvidando cuanto hay de más sagrado en la tierra, y más serio en la vida, ni es valor ni así se cumple con el deber"

No se entiende por qué, estando todos más cerca de la Zayas Bazán sigamos teniendo a Martí –y no a ella- por nuestro Héroe Nacional. O al menos como heroína de la familia cubana.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Funk de Miami (y canta en spotify)


El disco ¡Cuban Funk Experience! Con el subtítulo “Funky Sounds from Cuba & Miami 1973- 1988" puede llevar a la falsa idea de un fenómeno único: el abrazo franco entre la música cubana y la música afroamericana a ambos lados del estrecho de la Florida en los años setenta. El esfuerzo de reunir esta antología no consigue discernir la realidad de dos procesos paralelos pero distintos. De una parte grupos profesionales de música popular en Cuba que intentaban, en medio de la fuerte presión ideológica, mantener furtivamente sus tradicionales lazos con música que se había convertido en enemiga dándole en ocasiones a sus experimentos confusas etiquetas como “son” o “son onda” como ocurrió en el caso de la Orquesta Monumental.

En Miami en cambio se trataba sobre todo de músicos aficionados –algunos de los cuales se profesionalizarían más tarde- que tocaban en cover bands: divididos entre la ejecución de versiones de éxitos del momento a la que incluían percusión cubana y la de canciones del repertorio tradicional cubano. Entre complacer a la primera generación de jóvenes cubano americanos o a la de sus padres. Como la banda Coke que incluía en su repertorio desde piezas declaradamente funk o rock cantadas en inglés a clásicos como el bolero “Sabor a mí” o dejaban entrar gratis a las chaperonas que asistían a los bailes con las muchachas. Excepciones de esta generalización fueron Manteca (percusionista al que le dedicaré un post aparte) y Ray & his Court conformado por Ray Fernández, sus hijos, esposa y otros músicos con proyecciones y resultados más profesionales y varios LPs.

La mayoría de estos grupos como Wild Wind, Clockwork, Pearly Queen y Coke apenas llegó a producir sencillos de 45 rpm y alguno que otro LP (casi siempre para la Sound Triangle Records) pero de este fermento salieron nombres como el de Willy Chirino o fundadores de la Miami Sound Machine. Es tentador llamarle precursores pero la frescura y la fuerza de algunas de estas piezas se dejan disfrutar sin tener que pensar en su lugar en la Historia. Hay varias antologías sobre esta época pero para mí la más convincente es la menos obvia. Funk Revival: Sounds From the Subtropics. Otras como Hialeah Social Club o Sound Triangle Records: A Miami Cuban Funk Anthology tiene demasiado relleno de difícil consumo a estas alturas de la vida.

Les dejo varios botones de muestra.

Ray & his Court: “Soul Freedom”


Esta versión de “Sunny”, anterior a la que a finales de los setenta se haría popular en Cuba a través de Boney M y que Ray Fernández debe haber tomado de versiones anteriores como la de Marvin Gaye o la original de Bobby Hebb.


Coke: “Na na”


Pearly Queen: “Jungle Walk”




Wild Wind: “Make your move”

 Nota: Le agradezco a Belascoaín y Neptuno haberme llevado a la música de Ray Fernández que me sirvió para encontrarle sentido a esta madeja.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Por otra Cuba


Desde hace meses viene gestionándose el apoyo a la campaña promovida desde la isla “Demanda ciudadana por otra Cuba” (no confundir con el “Llamamiento urgente por una Cubamejor y posible” de fecha algo posterior) y que tiene a Estado de Sats como principal promotor del proyecto. Al texto se le agradece la concisión y la claridad de objetivos (exigirle al gobierno el respeto de los derechos humanos en la isla tal y como lo exigen los acuerdos internacionales que ha suscrito en el pasado). Entre los firmantes aparece toda la gama de la sociedad cubana dentro y fuera del país. Desde escritores como Antonio José Ponte, Carlos Alberto Aguilera, Jorge Luis Arcos, Pablo Díaz Espí, Carlos Alberto Montaner, poetas como Juan Carlos Flores, Jorge Salcedo, Isel Rivero, Rafael Alcides y Raúl Rivero, artistas como César Beltrán, Geandy Pavón y los integrantes de Ovni Zona Franca, cineastas como Eduardo de la Mora e Ismael de Diego intelectuales como Rafael Rojas, Alexis Jardines y el lingüista Humberto López Morales, caricaturistas como Alfredo Pong, Polo, Garrincha y Alen Lauzán, músicos como Jorge Luis Piloto, Boris Larramendi y Paquito D’Rivera, médicos, periodistas, ingenieros, profesionales de todo tipo hasta simples ciudadanos que quieren hacer valer su voz y su firma al pie de la demanda. Desde opositores como Darsi Ferrer y Guillermo Fariñas, militantes del Movimiento Cristiano Liberación o de la UNPACU y Damas de Blanco hasta activistas LGTB como Leannes Imbert Acosta y blogueros como Lía Villares, Regina Coyula y Yoani Sánchez. Aun así los firmantes no pasan hasta ahora de unos cuantos centenares cuando la demanda incluye los intereses de todos los cubanos que se consideren a sí mismos seres humanos. Es por eso que los invito a firmar la carta enviando un mail con su nombre y ocupación a porotracuba@gmail.com

Debajo, el texto de la demanda:

Como cubanos, hijos legítimos de esta tierra y parte esencial de nuestra nación, sentimos un profundo pesar por la prolongada crisis que vivimos y la demostrada incapacidad del gobierno actual para realizar cambios de fondo. Esto nos obliga desde la sociedad civil, a buscar y demandar nuestras propias soluciones.Los ingresos miserables, la escasez de alimentos y vivienda, la masiva emigración por falta de oportunidades, la discriminación del pensamiento diferente, la ausencia de espacios de debate público, los arrestos arbitrarios, la falta de garantías ciudadanas, la corrupción y la inamovilidad de la elite gobernante son algunos síntomas de la difícil realidad que enfrentamos.Queremos debatir públicamente sobre la doble moneda, las restricciones migratorias, los derechos del trabajador a un salario digno, el derecho de cualquier cubano, viva donde viva, a fomentar iniciativas económicas en su propio país, la crisis demográfica, el libre acceso a Internet y a las nuevas tecnologías. Queremos debatir sobre el ejercicio de la democracia.Sobre la base de que la Constitución de la República de Cuba establece
En su Artículo 3: En la República de Cuba la soberanía reside en el pueblo del cual dimana todo el poder del Estado.
Y en su Artículo 63: Todo ciudadano tiene derecho a dirigir quejas y peticiones a las autoridades y a recibir la atención o respuestas pertinentes y en plazo adecuado, conforme a la ley.

DEMANDAMOS AL GOBIERNO CUBANO:Que ponga en práctica de inmediato las imprescindibles garantías legales y políticas concebidas en la Declaración Universal de Derechos Humanos y que ratifique el Pacto de los Derechos Políticos y Civiles y el Pacto de los Derechos Económicos Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, firmados por el Gobierno cubano el 28 de febrero del año 2008 en la ciudad de Nueva York. Esto garantizaría el pleno respeto a los ciudadanos sin importar cuáles sean sus ideas o su accionar político-social y que sean restaurados sus derechos a todos los que por sus opiniones, discrepen del gobierno. Consideramos estos derechos esenciales en la formación de una Cuba moderna, libre y plural, que nos acoja a todos por igual e inserte nuestra soberanía en un mundo dinámico y cada vez más global.Nos sentimos comprometidos con una transformación democrática, donde todos puedan aportar sus visiones y contribuir a su materialización. Invitamos a todos los cubanos dentro y fuera de la Isla identificados con estas demandas, a sumarse a este reclamo justo y necesario. Nuestra esperanza de ser escuchados por el gobierno está casi agotada, aun así decidimos hacer llegar a las autoridades esta demanda, como un recurso impostergable para lograr un entendimiento eficaz. Estamos decididos a no aceptar el silencio institucional considerando como respuesta a esta demanda la ratificación de los pactos mencionados.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

LGBT Communities in Cuba, XXI Century


Como ya anuncié en el post anterior incluyo a continuación el texto leido por la profesora y poeta Mabel Cuesta en el evento “LGTB lives in Contemporary Cuba” celebrado el pasado sábado. El texto parte de una pregunta que por elemental nunca está de más formular: ¿Cómo es posible que sea la descendencia directa de las instituciones y dirigentes que han concebido y dirigido la homofobia de Estado en Cuba los que hoy asuman la representación y la voz de la comunidad LGTB?  


LGBT Communities in Cuba, XXI Century
Mabel Cuesta       

In my article, “Other Islanders on Lesbos: A Retrospective Look at the History of Lesbians in Cuba” that appeared in “Our Caribbean: A Gathering of Lesbian and Gay Writing from the Antilles” (Duke, 2008), I insisted on re-creating the intimate life of a female couple living in a province at the beginning of the current century.
          Being a believer, as I am, that whatever is private becomes public, and that such has a definite impact on society, I argued  that something has changed in that Cuba where I was a lesbian as a young adult. A positive change, I thought. Even when, at the same time, I was confronting in my article the revolutionary era and the way the gay community was mistreated in the seventies and the eighties, I was able to foresee an emerging possibility: a twenty century Cuba where the only participants in marginalizing minorities were those in power.
          This, of course, was bad news, given that power generates 100% of  visible discourses. But I have always had faith in that which slips secretly through the cracks. In the Cuban case, this becomes one more form of response to a political discourse that has always leaned toward the masculinization of the nation.
        Such masculinization has been reinforced by the images of the leaders or the fact that children, every morning for the first ten years of their schooling, chant their aspiration to be like another great leader praised for his masculine attributes, his power of seduction, his daring and his beauty: the overrated Ché Guevara.
             I said then: you have to understand that the hour of over-saturation of these manly fetishes has arrived. Along with the crisis of power, a crisis about the meaning of masculinity has slowly developed. For a good proportion of the male heterosexual population, their opinion has shifted to believe that women who love women or men who love men are no longer sick  or represent obscene aberrations in any society. However, the statistics on violence, homosexuality, transvestism, transsexuality, workplace discrimination against LGBT subjects, racism, and many other things that  a “revolutionary” society finds unpleasant, have been placed firmly out of sight.
         All Cuban and foreign researchers who have taken on the task of examining such data have met with prohibitions and consequent frustration of their projects.  A recent post by the officialist bloguer “Paquito el de Cuba” who was actually challenging the government to include gay families as a possible alternative for the household composition question, received  an  official definite "No" for an answer.
          But getting back to my article, I wrote some of these ideas in the warm winter of 2003, two years after coming out of the closet and three before leaving Cuba. During this very same time, I was researching how the explosion of female Cuban narrators who appeared in the nineties -those that continue writing today-  were portraying lesbian female subjects in their respective works as another way to confront the aforementioned masculinized imaginary that dominated the Soviet Cuba.
          I tried to defend the hypothesis that the production of certain selected female authors, those whose work begins to be written and published in this context of losses, uncertainty and confusion, undertakes a labor of re-writing the national imaginary and in turn, lends itself to a growing  emergence of a multiplicity of female identities that continue to be invisible in the middle of the monopolized diffusion we have on the island.
          For women and their representations in fiction, it deals with an imaginary that strongly searches for alternatives of surviving hunger and apathy. It is a woman’s image that has displaced itself from the figure of the guerillera to the one of lesbians (indeed its radical opposite), and also to the prostitutes, assassins, rafters, alcoholics and drug addicts, among others. Basically, those of which have always been marked negatively by the socialist ethics.
             The authors of that post-Soviet Cuba managed to convince us, from the multiplicity and diversity of the origin of their voices, of other iconographies in the feminine world.  To do so, they brought characters that we could identify with a series of instabilities that were capable of fitting in with the representation of a Cuba that progressively was incorporating what Damián Fernández notes as “(…) the parameters of global social life” (xiii).
               The way in which those -then newborn narrators- re-wrote the female perspective from the diverse representations of their bodies, drew special interest in my work upon associating it with the imaginary mobilizations over the assumed national heterosexual norm, that which was established by those in power and so largely discussed in the real life scenarios where the gay Cuban community was losing its fear.
            All occurred in the most brief and intense period of real decolonization that the country has experienced. What I refer to, is the period from the end of the Cold War to the diplomatic, economical and again misleading encounter with the actual government of Venezuela. (1990-1999)
                Almost ten years have gone by and besides a national and transnational imaginary that is no longer struggling to prove wrong what the official media insists on revealing as “the true national citizenship,” -that is the one identified with the olive green uniform, the rifles, and the combatant people- nothing truly revolutionary has happened to the LGBT Cuban community in terms of rights, legitimization of their voices or governmental power and representation. 
            The irony of being visible through a representative of the same heteronormative power that still is trying to keep them quiet is beyond understanding. Because if we take a brief look at the pictures that show the many police raids that still are occuring in Havana, we could rapidly reach the conclusion that this same power of representation is constantly delivering a pre-approved, pre-written and pre-rehearsed speech. A speech that has lost contact with the policial practices. Because if we really want to take the pulse of the LGBT Cuban Community, we need to listen to voices of the non-organized, non-Mariela Castro fan member club.
             Because if we just focus on the women issues, we discover that the organization which has concerned itself with problems that affect us (Federation of Cuban Women, FMC) has not carried out any project that recognizes or evaluates the rights, visibility or representation of lesbian women in 53 years. No matter what Mariela Castro’s strategies of visibilization are  today, no matter what images she spreads in Europe or the States, the government of the Revolution has retained for the LGBT Cuban community the same mechanism for minimizing our concerns that also applies to blacks, heterosexual women and peasants.
              This is none other than the democratizing maxim that declares an equality of duties and rights for all subjects living on the island, independently of their conditions of race, class or sexual orientation. Underneath this tábula rasa that equalizes all subjects, all  interests, dissonant to the obsolete project of creating the “new man”, have remained buried.

            Similarly, the Women’s Federation has always carried out its dialogue portraying an archetype of the Cuban woman as “the socialist and federated” mother, wife and worker. That is the woman to whom songs are dedicated and for whom it has been designed an entire iconography in which she tends to appear with a child in one hand and a rifle or tool in the other. She may be seen in the factories or working abroad as a doctor in some fraternal country, stoic and happy, never once thought of as a woman who could find pleasure in kissing her female partner by the waters of Havana Bay at night.
            After so many years of resistance, the data of imprisoned LGBT subjects is  still unknown, of suicides who seemed never to have existed, of families separated by shame and resentment, after the experimentation that occurred through the true liberation in the nineties, after the slow but certain belonging to the global social life brought about by the portrayal of hundreds of  literary characters, the real LGBT Cuban community is more powerful than the institutions that attempt to regulate and control our more natural and powerful desires.
              The real conga we dance cannot be taken into the closet again… so, we ask Mariela Castro to let us dance while she takes care of her elders. Even if they want to dance along, their hips would betray them. Please, keep them at home- the night at el malecón is calling.

martes, 18 de septiembre de 2012

La mano y el gato


Sobre el evento que se ofrecía como una suerte de compensación a la entrega del espacio de la Biblioteca Pública de Nueva York como tribuna para que Mariela Castro mintiera sin ser molestada se ha han escrito un par de artículos (Un coloquio en Harlem y Cuba, Miami y la homofobia). Abajo resumo lo que más me llamó la atención tratando de evitar repetir a los anteriores.

-Las presentaciones telefónicas desde Cuba a cargo de Leannes Imbert Acosta e Ignacio Estrada llamaban la atención por el tono mesurado y concreto con que exponían sus preocupaciones. No pretendían ser disidentes e incluso  Leannes Imbert habló de sus intentos de colaborar con el CENESEX pero al parecer basta no supeditarse dócilmente a la institución que preside Mariela Castro para que se conviertan en enemigos de todo lo bueno que hay en ese país que para conveniencia de los que quieran localizarlo lleva siempre el mismo apellido.

-De la intervención de Achy Obejas –abarcadora, profunda, divertida- si debo elegir algo me quedaría con la sensibilidad con que supo describir su condición de privilegiada en el tiempo que residió –ese verbo tramposo- en Cuba y cómo al describir la tolerancia de sus parientes en la isla hacia su homosexualidad no dejó de recordarle a la audiencia que ella era la que llevaba los regalos. También habló en extenso del CENESEX aclarando que se trataba de una institución creada por la FMC cuya presidenta mientras vivió fue precisamente la madre de Mariela Castro. Esto hace que el cargo de esta última de directora del Centro Nacional de Educación Sexual sea estrictamente hereditario. Recordó además que tanto la condición de sexóloga profesional de la Castro como la aproximación primordialmente clínica de la institución a la homosexualidad dejaba fuera su dimensión social y legal. Que eso explicaba por qué fuera más fácil que los homosexuales en Cuba pudieran someterse gratuitamente a una operación de cambio de sexo a que pudieran hacer respetar sus derechos. 

-Me pareció en cambio preocupante la actitud de los académicos norteamericanos más allá de sus intenciones que supongo buenas –tanto, me dirán, como las que rigen la pavimentación de las carreteras que llevan al infierno cubano. Alguna vez deberían entender que buscar equilibrios entre el verdugo y la víctima no supone ser justo, que buscar matices en la opresión cuando ésta todavía sigue vigente es cuando menos una clara muestra de insensibilidad humana e intelectual. Como si de lo que se tratara fuera de analizar la especial propensión de la subespecie cubensis a la homofobia y no –a juzgar por el título del evento- de las condiciones de vida de los homosexuales en Cuba bajo un régimen que ayer los reprimió con saña y hoy –disminuyendo la represión casi hasta los niveles que se ejerce contra cualquier compatriota- los manipula en sus campañas internacionales de relaciones públicas. 

-Los cubanos, vivan donde vivan tenemos graves problemas para ejercer la tolerancia sexual o de cualquier tipo pero sospecho que se deba menos a la herencia española o africana que a más de medio siglo de totalitarismo machista leninista. Incomoda la insistencia etnográfica y antropológica de la academia norteamericana hacia los cubanos  –sean homosexuales u homófobos, estibadores o artistas- como si los cubanos actuales vivieran fuera del Tiempo y de la Historia. Como si olvidaran que lo que nos hace definitivamente humanos son justo el Tiempo y la Historia. Muchos van a Cuba como quien entra en un barracón interesado únicamente por la música que producen los esclavos cuando les permiten descansar. No debe sorprendernos la banalidad de sus resultados incluso cuando sólo de música se trate. Les ocurre como al Juan Dahlmann de Borges cuando acarició un gato para darse cuenta  “mientras alisaba el negro pelaje, que aquel contacto era ilusorio y que estaban como separados por un cristal, porque el hombre vive en el tiempo, en la sucesión, y el mágico animal, en la actualidad, en la eternidad del instante”. El contacto de esos académicos es igual de ilusorio sobre todo porque no acaban de entender, como sí lo reconoció Achy Obejas, que al fin y al cabo ellos son los que llevan los regalos. Pero la principal diferencia de estos académicos con Juan Dahlmann es que son ellos los que en nombre de su ciencia -y de las visas que necesitan para que los dejen entrar de nuevo- colaboran en negarle a los cubanos el tiempo y la sucesión. Seguramente a su pesar  -como Mariela Castro con sus travestis- al asumir con tanta naturalidad la carencia de derechos de los cubanos estos van siendo reducidos a biología y folclor. 

-Puede parecer exagerado achacar tantas culpas a actitudes basadas en la ligereza y la frivolidad pero si todos los males del mundo se alimentaran únicamente de crueldad y perversión Lucifer no sería más que un pobre diablo. 

-“Por aquellos días se decía que el Ojo Silva era homosexual. Quiero decir: en los círculos de exiliados chilenos corría ese rumor, en parte como manifestación de maledicencia y en parte como un nuevo chisme que alimentaba la vida más bien aburrida de los exiliados, gente de izquierda que pensaba, al menos de cintura para abajo, exactamente igual que la gente de derecha que en aquel tiempo se enseñoreaba de Chile” cuenta Roberto Bolaño en “El Ojo Silva”. Sin embargo, entender las limitaciones de sus compañeros de exilio no le bastaba a Bolaño para atenuar el horror de Pinochet.  

-Todos los exilios, por progresistas que se pretendan –ante la memoria enquistada en la vida que se vieron forzados a abandonar- terminan siendo patéticamente conservadores en los detalles más elementales que son a la larga los únicos que importan. El exilio cubano, que no se pretendía progresista aunque muchos de sus integrantes lo fueran porque, al fin y al cabo, habían sido expulsados del futuro, no tiene por qué ser una excepción. Luego de medio siglo de asentamiento ya saben que sus problemas reales e inmediatos pertenecen menos a la vida cubana que a la norteamericana, la mexicana o la española y que sus límites dependen de las leyes de los países en que transcurren, no de las que sueñan para su país de nacimiento. 

[La intervención de Mabel Cuesta, que fue la única integrante del panel que leyó su ponencia, la publicaré dentro de unas horas]