miércoles, 30 de septiembre de 2009

Sobre un libro de Dagoberto Valdés

Detenido y condenado Agustín Cervantes, dirigente del Proyecto Varela

El Movimiento Cristiano de Liberación que lidera el activista Oswaldo Payá ha denunciado hoy la detención de uno de sus activistas en Santiago de Cuba, Agustín Cervantes, quien se enfrenta al primer juicio sumario (que se desarrollan en un tiempo mínimo y se caracterizan por la incomunicación del acusado) desde la oleada de detenciones a disidentes políticos en la primavera de 2003.

Encuentro en la Red anuncia que ya ha sido condenado:

El disidente Agustín Cervantes fue condenado a dos años de cárcel este martes, por un supuesto delito de "lesiones", en un juicio sumario "sin garantías ni posibilidad de preparación", denunció en un comunicado Oswaldo Payá, coordinador nacional del Movimiento Cristiano Liberación (MCL).

Cervantes, líder del MCL y gestor del Proyecto Varela en Santiago de Cuba, había sido detenido el lunes.

"Hace unos días un provocador fue a su casa a insultarle y, cuando Agustín salio a la calle, este individuo le intento apuñalar con un cuchillo. Agustín y un vecino consiguieron evitar la agresión", relató Payá.

Recordó que Cervantes había sido "detenido y amenazado en varias ocasiones en días pasados".

En uno de esos arrestos, "un agente de la Seguridad del Estado le dijo: 'tú no vas a ver la próxima entrega de firmas del Proyecto Varela'", indicó el líder del MCL.

La organización consideró que el juicio sumario y la sentencia dictada contra Cervantes "no son más que un montaje en el que participan la policía cubana, la Seguridad del Estado y los tribunales, para aniquilar al Movimiento Cristiano Liberación y evitar a toda costa la difusión y recogida de firmas para el Proyecto Varela".

Repetimos



Gorki Águila, líder de la banda cubana de punk rock Porno para Ricardo presentará su nuevo Disco Rojo Desteñido HOY miércoles 30 de septiembre a las 6:30 pm en el auditorium del King Juan Carlos I Center de la New York University (NYU). La dirección, 53 Washington Square South, NY.

Listado de canciones del disco:

1. Mucho Corazón
2. La Agencia del Rock
3. Los Pioneros Disidentes
4. Los Dinosaurious
5. El Policía de la Cultura
6. El General
7. Como Joder a un Comunista
8. Periodistas Fidelistas
9. La Estaca
10. Las Malas Palabras
11. Con Vodka y con Metil
12. El Miedo Entre las Cejas
13. La Hoz de Guadaña
14. Los Suicidados del Puente de la Lisa
15. Yo me Voy
16. El olor de la Langosta
17. Chamamé al Yuma
18. El Rompeolas

Boris en concierto


Este sábado 3 de octubre,a las 9 y media de la noche,en la Asociación Cultural Yemayá(Calle Calatrava 16,metro La Latina) presenta un concierto con:
Boris Larramendi:guitarra y voz
Ivette Falcón:violoncello
Invitado especial:Fernando Favier en la percusión.
Entrada:6 euros
Cd "Libre",a la venta durante la actuación.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Denuncia


Mensaje de Claudia Cadelo:

Aldo, de los Aldeanos, está detenido bajo los cargos de tenencia ilegal de computadoras en la estación de Zapata y C, desde hoy a las 11 de la mañana. No tengo más detalles, en cuanto sepa más informo.


P.D.: Aldo ha sido liberado.

El rapero Aldo Rodríguez Baquero, integrante de Los Aldeanos, fue liberado tras permanecer detenido durante varias horas por "tenencia ilegal de una computadora", informó la bloguera Yoani Sánchez a través de Twitter.

Según Sánchez, que vio al músico en su casa, "un elemento importante de su liberación fue el testimonio de Silvio Rodríguez". El breve mensaje no precisó el contenido de dicho testimonio.

Sánchez también informó que la policía devolvió la computadora al rapero.

Un comunicado distribuido por la bloguera Claudia Cadelo había dado cuenta este lunes de la detención de Rodríguez Baquero, en la estación policial de Zapata y C. La reacción contra el arresto fue inmediata en la red social Facebook, donde músicos y escritores cubanos mostraron su indignación.

Melisa Riviere, representante de Los Aldeanos y presidenta de Emetrece Productions, emitió una "declaración oficial" que confirma la detención, la confiscación de su "computadora, entre otros afectos personales", y su posterior liberación.

"Cualquier malentendido sobre su propiedad se está atendido (sic) formalmente", añadió la nota, que además agradeció "el apoyo internacional y la atención inmediata sobre el asunto".

Riviere pidió a los "medios, blogs y páginas de internet" que sean "responsables (...) en la comunicación de los eventos (...) tomando en consideración la fragilidad de la situación".

Tomado de Encuentro en la Red.

Presentación de Gorki en Nueva York



Gorki Águila, líder de la banda cubana de punk rock Porno para Ricardo presentará su nuevo Disco Rojo Desteñido este miércoles 30 de septiembre a las 6:30 pm en el auditorium del King Juan Carlos I Center de la New York University (NYU). La dirección, 53 Washington Square South, NY.

Listado de canciones del disco:

1. Mucho Corazón
2. La Agencia del Rock
3. Los Pioneros Disidentes
4. Los Dinosaurious
5. El Policía de la Cultura
6. El General
7. Como Joder a un Comunista
8. Periodistas Fidelistas
9. La Estaca
10. Las Malas Palabras
11. Con Vodka y con Metil
12. El Miedo Entre las Cejas
13. La Hoz de Guadaña
14. Los Suicidados del Puente de la Lisa
15. Yo me Voy
16. El olor de la Langosta
17. Chamamé al Yuma
18. El Rompeolas

domingo, 27 de septiembre de 2009

Frase

"Tenemos que tratar (...) que las masas participen en la solución de sus propios problemas y no esperar que papá Estado venga a resolverles y como los pichones: abre la boca que aquí tienes tu comidita. Así no es''
Ramiro Valdés

Y el comentario de Guamá:

jueves, 24 de septiembre de 2009

Concierto por la paz

Tomado de Octavo Cerco:

Cambios en Cuba

Desde Oslo

Tomado de Jama y Libertad:



Título: Jama! Action for Pánfilo
Autor: Alexis Parra
Lugar: Oslo, Noruega
Fecha: 18 de septiembre,2009

Nota: Este fue un acto planeado con varios días de antelación a la conmutación de la condena de Pánfilo y su traslado a una sala para tratamiento de alcoholismo en La Habana. Capta bien el carácter de los actos de solidaridad promovidos por la campaña. Vale la pena difundirlo, aunque la situación que lo motivó haya quedado parcialmente superada.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Acuse de recibo

Queridos amigos,

Yo quisiera, matemáticamente, desmitificar los números usados
por el gobierno de Cuba para hablar de las multitudes en la Plaza
Cívica, hoy llamada Plaza de la Revolución, en el concierto de
Juanes y sus muchachos. No les voy a decir las personas que
caben, les voy a decir las personas que no caben en la Plaza.
Según Wikipedia, la Plaza, que es la mayor del mundo, tiene
72,000 metros cuadrados. En un metro cuadrado caben unas cuatro o
cinco personas a lo sumo, pero vamos a pensar que tenemos 9
(hombro con hombro y pecho contra espalda). Entonces 72,000
multiplicado por 9 es 648,000 personas. Eso es si no hubiera un
solo espacio vacío por donde caminar, si no hubiera tarimas,
amplificadores etc. Ni existiera la estatua de Martí ni el
obelisco. La conclusión de este análisis matemático es que nunca
en la Plaza se ha reunido el número de 650,000 personas. La
cifra de un millón ciento cincuenta mil, más que una ficción es
una falacia para hacer ver que en los discursos políticos también
se reúnen mas de un millón de personas.
Teniendo en cuenta la fluidez del público así como los espacios
vacios, nos atrevemos a estimar la concurrencia del 20 de
septiembre en unas 500,000 personas. Un poco más que en los
desafortunados discursos que todos conocemos.

Tenemos que abrir los ojos queridos amigos.

Basta ya de manipulación!

Un abrazo,

Emilio H. Rodriguez
Licenciado en Ciencias de la Computación

Leyes paralelas

Durante el franquismo también hubo una ley muy parecida a la cubana sobre la peligrosidad. Siempre es reconfortante encontrar la afinidad entre dos sistemas más allá de sus diferencias ideológicas. Para ver el pdf de la ley en el Boletín Oficial del Estado (B.O.E.) pinchar aquí.

Ley sobre peligrosidad y rehabilitación social
La ley sobre peligrosidad y rehabilitación social fue una ley del código penal español aprobada por el régimen franquista el 5 de agosto de 1970.1 Sustituía principalmente a la Ley de vagos y maleantes para el control de todos los elementos considerados antisociales. Entre ellos se incluía a aquellos que practicaran la mendicidad, la homosexualidad, el vandalismo, el tráfico y consumo de drogas, la venta de pornografía, la prostitución y el proxenetismo. Así como a los inmigrantes ilegales y cualquiera que fuera considerado peligroso moral o socialmente por el régimen.
Establecía penas que iban desde multas hasta penas de cinco años de internamiento en cárceles o centros psiquiátricos para la «rehabilitación» de los individuos.
Esta ley junto a la de «escándalo público» fue usada de forma sistemática para la represión de la homosexualidad en la última parte de la dictadura franquista. Tras la muerte de Franco el indulto de 1975 y la amnistía de 1976 no incluyó a ninguno de los considerados «peligrosos sociales».
Entrada la democracia la ley siguió en vigor, aunque sin aplicación de facto para los homosexuales. En enero de 1979 se eliminan varios artículos de la ley,1 entre ellos el referente a «los actos de homosexualidad». La lucha de los colectivos homosexuales se centró entonces en conseguir la modificación de la ley sobre el escándalo público, consiguiéndolo en 1983, y siendo su derogación en 1989. La ley de peligrosidad social fue derogada completamente el 23 de noviembre de 1995.1
En la disposición adicional tercera de la Ley Orgánica de protección de datos 15/1999, de 13 diciembre 1999, se declaran confidenciales los archivos policiales de todos los reprimidos con esta ley, y solo los historiadores pueden acceder a sus datos con fines estadísticos.2

Un comentario demasiado largo

Abajo el mensaje que me manda César Reynel Aguilera en respuesta a este comentario de otro lector que tambien aprecio mucho, Miguel Iturralde:
"Con tu permiso César,

Me parece que en esencia lo que escribe Infortunato está muy claro. Todos votamos con los pies. Seguimos cabalmente lo que decía Guillermo Cabrera Infante, "poner la mayor distancia posible entre el tirano y uno" (citaba a alguien que ahora no recuerdo). Ahí está Yoani que salió y regresó, ¿cuántos estamos dispuestos a seguir sus pasos?

No creo que se trate de guapería. Cada cuál actúa de acuerdo a las circunstancias, dejándose llevar por su conciencia, y de su instinto de supervivencia.

Quizás hubiese sido suficiente que al menos uno de los artistas cubanos hubiese dado ese paso, por muy pequeñito que fuese.

Saludos,

Miguel Iturralde (MI)
(vaya, para que no pecar de anónimo)"


La respuesta de Aguilera:

Bro,

mi respuesta para Miguel Iturralde se extendió demasiado y no cabe en los comments. Mira a ver si quieres postearla. Puedes hacerle todos los cambios que estimes.

Abrazo

C.

Aquí va:

Miguel,

Aplaudo tu decisión de firmar con tu nombre; ese es el inicio elemental de cualquier diálogo civilizado y es, también, un acto de respeto para con tus posibles interlocutores y para contigo mismo. Es raro encontrar un anónimo cubano que no muestre, desde la primera oración, su renuncia —castrista, tonta, y cobarde, valgan las redundancias— a conversar civilizadamente.

En cuanto a lo que dices, creo que estás en un error y me atrevo, humildemente, a intentar demostrártelo. El hecho de que hayamos puesto distancia entre La Bestia y nosotros no cancela, para nada, nuestro derecho a esperar que algunos lleven sus acciones, contra el castrismo, un poco más allá de las tibias alusiones. Los únicos requisitos que deben existir, para que esa espera nuestra no sea injusta, son: el carácter público de la persona que declara o actúa, y una adecuada correlación de fuerzas entre esa persona y la gigantesca maquinaria represiva de los hermanos Castro.

A manera de ejemplo, si tu posición fuera válida, las peleas de boxeo se disfrutarían en silencio. En cuanto un aficionado gritara: ¡dale por la caja del pan!, los boxeadores podrían detener las acciones y pasar a explicarle a ese espectador que desde aquel día, en el que él decidió no subirse en un ring, rindió sus derechos a esperar resultados o pedir acciones de los aguerridos atletas. Como bien tú sabes la realidad es otra y una de las razones es que los boxeadores, a ser figuras públicas, han decidido ceder a los demás el derecho a juzgarlos (de otra forma se enfrentarían lejos de las multitudes). La otras razón es que un prerrequisito importante de la mayoría de la peleas de boxeo (a menos que sean de Teófilo Stevenson en un torneo “Batalla de Carabobo”) es la igualdad de calidades y posibilidades entre los contendientes, de forma tal que cuando un espectador exija o grite, en un sentido o en otro, lo haga sin sentir que está enviando a alguien a la muerte, o a la incapacidad.

Así las cosas, Juanes es una figura pública que decidió meterse en una pelea a sabiendas de que eso generaría una gran cantidad de opiniones. Al mismo tiempo, la correlación de fuerzas entre Juanes y la maquinaria represiva del castrismo no lo deja, a él, como a la totalidad de los cubanos, completamente indefenso. Todo lo contrario, si algo disfrutó —o pudo haber disfrutado— Juanes en ese concierto es el hecho, negado a todos los cubanos durante cinco décadas (incluidos los artistas), de ser intocable. A lo mejor esa es una de las razones por la que Silvio Rodríguez no pudo resistir la tentación de cantar “Ojalá”.

Lo peor que pudo haberle pasado a Juanes, por pedir libertad para los presos políticos, o los mismos derechos para todos los cubanos, donde quiera que vivan, es que le cortaran el audio, le gritaran cuatro consignas, le cancelaran el protocolo y lo montaran a empujones en un avión de vuelta a Miami o Madrid; nada del otro mundo.

Creo que es eso nos da todo el derecho a pedir menos tibiezas. Los que lo niegan, sobre todo desde el anonimato, no hacen más que hacerle el juego a una de esas verdades circulares que tanto adora el castrismo: Si no te dejas encarcelar, eres un cobarde, y si eres un valiente, entonces te pudres en mis prisiones. El resultado de la valentía es, ya sabemos, asumir de antemano que el castrismo siempre está llamado a ganar.

La forma más absurda de esa verdad circular es la que usa el ejemplo de Yoani y otros miembros de la naciente sociedad civil cubana, como prueba de la “cobardía” y el “no derecho” de los que desde afuera han hecho posible —con su trabajo, denuncias, apoyos, protecciones, ideas, contactos, etc.— que por primera vez en Cuba no ya los opositores, los ciudadanos en general (como Pánfilo, por ejemplo), puedan sentir, por primera vez en cinco décadas, que no están indefensos ante el poder, que hay un ejército de “cobardes” listos a cuidar de su valientes y, lo que es más importante aún, a denunciar las cobardías del régimen y lograr que el mundo las vea.

Si he usado la palabra cobarde entre comillas no es por restarle fuerza al concepto que encierra. Nada hay de malo en ser un cobarde cuando se tiene conciencia de serlo, de hecho, creo que la valentía verdadera empieza por el reconocimiento del miedo y su poder paralizante. La razón por la que uso esas comillas es otra. Y es que el castrismo ha insistido siempre en una definición física, corpórea y sanguinolenta del coraje. Y lo ha hecho para demérito de otra dimensión de ese concepto que es, a mi entender, mucho más importante para el buen funcionamiento de cualquier sociedad. Me refiero a la valentía existencial.

Muchos necesitan pensar que esos “cobardes”, que piden y apoyan desde afuera, no pagan ningún precio por sus acciones, cuando en realidad son personas que reciben, y llevan sobre sus hombros, una enorme carga de incertidumbres, insultos, incomprensiones, ataques a sus familias, celos, burlas, traiciones, y todo el espectro de actos y palabras que el ser humano ha creado para quebrar el espíritu de sus semejantes. A pesar de eso, no sólo no se quiebran, sino que no cejan, y salen todos los días de dios a luchar por un país que quizás nunca llegue a reconocerlos como ciudadanos plenos, por unos valientes que llegado el momento podrán caer en la tentación de llamarlos cobardes para no agradecer, por un futuro que comparado con la inmediatez de las cuentas a pagar, los requerimientos de los hijos, y el desespero de trabajar en sus obras, puede parecer, es, un porvenir tan incierto que roza el absurdo, un sueño tan lejano que se paga con dolor.

Aquí termino, tengo que irme a trabajar. Sólo una última cosita: NO es verdad que luchar desde afuera conduzca a nada, la Historia está llena de ejemplos de luchadores que hicieron mucho más estando fuera de sus países que lo que pudieron hacer cuando estuvieron cerca. Esa es otra de las estrategias desmoralizadoras del castrismo. Es importante no caer en ella. Discúlpame la extensión de mi respuesta.

Te saluda

César Reynel Aguilera

martes, 22 de septiembre de 2009

El sueño de Bolívar

A continuación el texto que leí el sábado pasado en la Feria del Libro Hispano Americano de Jackson Heights, Queens, New York para presentar mi libro “¿Qué pensarán de nosotros en Japón?”. Si la segunda mitad les resulta conocida es porque es un refrito de un texto que presenté hace un tiempo en este blog.

El sueño de Bolívar
“Este es el sueño de Bolívar” me dijo un amigo con el tono situado en el punto exacto entre el entusiasmo y la ironía cuando desembarcó la semana pasada en mi barrio en New Jersey. Era natural que llegara con ademán de explorador en tierra incógnita una hora después de haber zarpado del Village donde la presencia latinoamericana sólo adquiere cierta densidad en las cocinas de los restaurantes. En mi barrio, como en buena parte de Queens, conviven latinoamericanos de todas las naciones y diferentes niveles de inadaptación a los Estados Unidos. El sueño de Bolívar: latinos compartiendo espacios sin demasiados problemas fronterizos. Después de todo no está mal. Porque no nos engañemos: el sueño de Bolívar suele producir monstruos. Piénsese en ciertos apellidos. Perón, Castro, Guevara, Chávez. Pinochet y Videla unidos por la Operación Cóndor. En cambio, poder disfrutar en una misma cuadra tacos, pupusas, churrascos y ceviches se adapta mejor a una dimensión humana de la felicidad. Siempre que se habla de Latinoamérica recuerdo a Borges, el ciego, que al tantear nuestra incierta realidad decía:
“Yo no creo que Latinoamérica exista. Pienso que es una especie de haraganería, de comodidad [...]. Hablar de América Latina es una generalización que no corresponde a la realidad. Latinoamérica es una superstición y la literatura latinoamericana otra superstición.”

Advierto que no he venido a combatir supersticiones. No tengo madera de inquisidor. Ni siquiera antorchas. Apenas quiero advertir que esa superstición de Latinoamérica está en peligro como lo está el elemento que justifica esa ilusión. Y ese factor de identidad no es el idioma común (que muchas veces sólo sirve para entender mejor los insultos mutuos), o el catolicismo, o los discursos de nuestros próceres; o los pactos comerciales siempre esperanzadores y siempre infecundos.

Lo que siempre ha imantado a Latinoamérica, lo que le ha dado su sentido desde el río Bravo a la Tierra del Fuego ha sido –no nos engañemos- el rencor hacia los Estados Unidos, un rencor abonado por invasiones, amenazas y desaires y también por nuestros propios fracasos. Pero nunca como antes ese pobre factor de unidad se ha visto tan en peligro como hasta ahora. Es difícil que un continente mestizo vea sin simpatía a un país que ha pasado de la segregación más brutal a elegir a un presidente negro y que no descartaría ser regido mañana con alguien de apellido González. Un país que va camino a ser el segundo en número de hispanohablantes y en el que casi cualquier latinoamericano tiene un tío o un primo cuando no lo habita él mismo.

Latinoamérica, esa superstición, debe redefinirse a sí misma y para su redefinición los discursos tribales, unitarios en apariencia, no hacen otra cosa que multiplicar nuestras brechas. Prefiero pensar que la supervivencia de la noción de Latinoamérica requiere ante todo de la voz de cada uno como individuo. Una voz que hable desde nuestra estricta soledad y desde ella comunique nuestras experiencias más decisivas. Desde la misma voz que se hace la literatura. Pero a pesar de eso, las palabras de los escritores latinoamericanos han sido casi siempre las palabras de la tribu, el modo de sumergirse en lo colectivo, llámese familia, nación o la manera que elijamos para llamarle a un trozo variable del continente o a éste en su totalidad. Una manera de olvidarnos, en suma, de un yo infinitamente débil. O por tener en cuenta esa debilidad del individuo, buscar amparo en lo colectivo, allí donde todo toca a menos, y recibir a cambio el alivio de sentirnos menos responsables de ese destino global. […] Quiero decir que la soledad es esa condición básica para pasar de un lenguaje mítico y tribal a la lengua desangelada pero universal del individuo. Quiero decir que no nos dejemos engañar por algunos de los títulos más ilustres de la literatura del subcontinente –los Cien años de soledad de García Márquez, o El laberinto de la soledad de Paz-, con sus multitudinarias soledades, porque la verdadera, la del individuo, ha sido hasta no hace mucho un territorio casi virgen. Ella aparece con alguna frecuencia en la poesía (Vallejo antes que Neruda) pero mucho menos en la prosa. José Martí, en un momento de debilidad (o de fuerza suprema), confiesa tener dos patrias. Cuba era la más obvia. Su otra patria era la noche, ese antiguo sobrenombre de la soledad.

Quizás lo raro no sean las alusiones latinoamericanas a la soledad sino el acomodamiento tranquilo a ella, a su costado lúcido y fecundo. Por eso es tan poco frecuente que un escritor de estas tierras diga como el poeta contemporáneo Jorge Salcedo “Mi patria me desvela y me enfrenta a medio mundo, pero mis únicas heridas me las he infligido yo”. Sólo desde un gesto así, despojado de coartadas colectivas, se puede situar al individuo como centro de un universo y rearticular sus relaciones con éste desde la mayor autonomía posible.

“¿Qué pensarán de nosotros en Japón?” –el libro que vengo a presentar hoy y que todavía no he mencionado- es, entre sus varias posibilidades, un libro secreto sobre eso que llamamos con pereza “lo latinoamericano”. Secreto porque evita lo escandalosamente obvio que encierra el concepto y prefiere sumergirse en unas cuantas soledades que juzgué interesantes. La de un estafador sudamericano con verborrea de Tarantino que se enfrenta a una situación de las que Borges ha marcado con su sello: aquél a quien el estafador piensa chantajear termina confesándole que padece la maldición de ser inmortal. También está la historia de los desencuentros entre un padre y un hijo en el metro de Nueva York que termina con un encuentro más o menos sangriento, más o menos redentor. O la de un poeta aspirante a guerrillero –inspirado en el salvadoreño Roque Dalton- que sueña con un juicio en el que sus compañeros lo condenan a muerte y no acierta a comprender el significado de su sueño que luego demuestra ser demasiado literal. También en “¿Qué pensarán de nosotros en Japón?” aparece la soledad de un editor español que acosa a un albañil centroamericano para que cumpla con su anhelo de descubrir al nuevo valor de la literatura inmigrante en la metrópoli. Y tanta misantropía culmina en la historia de dos amistades que se entrelazan en “Zihuatanejo”, un relato cuyas dimensiones lo acercan más a una novela corta. En él se cuenta la relación entre dos antiguos condiscípulos que se reúnen años después lejos de su país, y la amistad del bibliotecario de un sitio remoto y provinciano y de un asaltante de bancos que en la cárcel se ha convertido en fanático de Nietzsche, el filósofo de los desesperados.

Si me pidieran definir el sentido final de este libro me vería obligado a mentir porque un libro no debe resignarse a dar fin a su sentido. Pero de todas las mentiras que se me pueden ocurrir la más honrada sería esta: sólo desde la soledad puede asumirse la existencia como un asunto personal y no como algo sobre lo que hay que culpar al mundo. Sólo desde esa soledad se puede empezar a ser. Cualquier cosa. Incluso latinoamericano. Una condición en la que alcancemos el equilibrio entre las circunstancias y el yo, y en la que hacer nuestros, finalmente, dolores y placeres. Por eso la respuesta a la filosófica pregunta de ¿Qué pensarán de nosotros en Japón? –tan cargada de inseguridad existencial- es para mí ésta: no sé ni me importa si antes no intentamos responder qué piensa cada uno de nosotros de nosotros mismos. Por todo esto acepté con placer y entusiasmo la invitación a hablar de este libro aquí en Jackson Heights, un lugar donde el sueño de Bolívar se hace finalmente habitable. Donde en medio de la soledad no podemos quejarnos de falta de compañía.

Impresiones del concierto (y final)

En Kaos en la Red: Juanes y Miguel Bosé: abanderados de fascismo con rostro amable.

Juanes y Bosé viven integrados en la mafia de la farándula y tenían previsto regresar al seno de la misma, con el botín de haber conseguido que en el corazón de Cuba, una legión de reprimidos por una atroz dictadura que se come a los niños crudos, gritaran libertad. Miguel Bosé, horas antes de la actuación intentó boicotear el concierto, supuestamente porque las juventudes comunistas iban a ocupar lugares preferentes. De ser así, y considerando que el concierto se celebró, deducimos que el cantante español se habría salido con la suya, sin embargo su empeño de engañar a la gente, fracasó al recibir como respuesta a sus sibilinas provocaciones, sólo Cuba, Cuba, Cuba y más Cuba.
Para su desventura, Bosé no estaba delante de un pueblo inculto, enajenado y embrutecido como los de las sociedades capitalistas, por esa razón se quedó con el trasero al aire. Que se largue a sus cloacas de invierno, acompañado por Juanes y el fascismo de rostro amable que portan como bandera.

Fidel Castro en Juventud Rebelde:
Me habría gustado hablar hoy del extraordinario concierto «Paz sin Fronteras», celebrado en la Plaza de la Revolución «José Martí» hace 24 horas, pero la porfiada realidad me obliga a escribir sobre un peligro que amenaza no solo la paz, sino también la supervivencia de nuestra especie.


Editoriales

En El Mundo:
Ahora convendría a nuestros artistas recuperarse pronto de la euforia del momento y ponderar lo sucedido. Sobre todo para no escuchar a algunos, como Miguel Bosé, decir cosas tan exageradas como que «Cuba no volverá a ser la misma tras el concierto». Por desgracia, las dictaduras no caen sólo por las buenas intenciones. Bien lo saben los miles de represaliados que llevan cinco décadas luchando para conquistar la democracia.

En El País
Aun así, y por mucho que fuera la paz el reclamo utilizado para invitar a los cubanos de dentro y de fuera a la reconciliación, la parte más dura del exilio ha sido muy crítica con el colombiano, tachando la propuesta de regalo para la dictadura de los hermanos Castro. El régimen abre la mano al autorizar un intrascendente concierto de rock y echa así humo sobre sus verdaderas intenciones inmovilistas. El argumento no es nuevo. Cuando Franco permitió iniciativas similares, éstas fueron criticadas por la endeble carga política que contenían, y porque propiciaban una imagen de libertad que no existía.


En ABC:
Los artistas han entremezclado su música con mensajes más o menos pomposos y emotivos, reclamando la reconciliación entre la Cuba de la dictadura y la del exilio, lo que es en cierto modo deseable desde el punto de vista humano, aunque no sea en ningún caso ético poner en el mismo plano a unos represores que llevan medio siglo monopolizando el poder y provocando esa hemorragia demográfica que mantiene a una parte importante de los cubanos fuera de su patria. Entre los cantantes que participaron en este concierto hay algunos españoles con edad suficiente para recordar los tiempos de la dictadura franquista -incluso alguno que ganó su merecida fama cantando contra el régimen-, lo que hace inexplicable que adopten ahora una actitud que entonces les habría parecido repulsiva.


Y como quiera que se echan en falta las opiniones de los que fueron al concierto le pedí la suya a una amiga que me respondió amablemente:

Pues qué decirte, al principio no estaba nada embullada por ir, la
gente, el tumulto y el largo etc de salir al sol y a esa hora cuando puedes verlo tranquilito en casa, ya sabes, pensamiento de viejos, pero mi hija me dio tanta cuerda y me miraba con cara de que nunca me lo perdonaría en su vida que pensando en lo larga que esta puede ser me decidí, y de veras no nos arrepentimos. Nos unimos un grupo de socios con hijos y ya sabes. Mi hija lo disfrutó con el encanto de su primer concierto de esa magnitud y de estar viendo delante gente de la que sólo
ha escuchado hablar o escuchar su música en mi máquina, a veces se viraba para atrás y me preguntaba "y ese quién es.."'?? o se sorprendía cuando le decía que tenía música de Orisha o Yerbabuena o que hace no sé cuantos años había visto a Jovanoti en la escalinata de la universidad.
Y yo pues como si tuviera 20 años, bailamos ambas o todos como unoslocos. Para mí hubo tres momentos en que el escenario "subió" mucho, como lo puso Olga T. ( en mi vida había bailado con ella o siquiera tarareado una canción), cuando subió Orisha que fue "el acabose", y me imagino cómo estarían ellos al ver a tanta gente cantando a coro su música, y al entrar Juanes por supuesto. X Alfonso también me pareció bien. A Víctor Manuel verlo es una cuestión sentimental y tararearía cualquier cosa que cantara él. Con los Van Van ya bailamos en casa, al regreso que aún no había terminado.
Pero en resumen me pareció muy bien, de veras. No pudimos avanzar mucho y nos quedamos a un costado del edificio de ETECSA, es decir si te paras frente al escenario nosotros quedábamos a la izquierda, bastante cerca, pero espero la retransmisión por TV para poder ver en detalle porque sé que me perdí detalles de cerca. Me parece que todo el mundo salió bien, lo que se respiraba allí, y esta es una opinión no sólo mía sino de gente que piensa como yo y del mismo medio o giro, era un ambiente de fiesta y de "gracia" tal vez, y eso es algo que fluía del público (que estuvo muy bien) a los músicos y viceversa, y eso se respiraba. Tengo amigos que estuvieron en diferentes puntos, más cerca, más atrás, y todo el mundo comenta lo mismo. Tengo un chiste incluso: un amigo que estaba por el Teatro Nacional y estaba con la familia, de pronto cerca de ellos había otro grupo donde algunos bebían, y la esposa de mi amigo roza sin querer a una mujer de ese grupo y esta enseguida se viró molesta, pero el esposo, que era de los que bebían le respondió: Tranquila que aquí estamos por la paz... te imaginas, tuvieron que reírse todos.
Por mi lado desfilaba mucha gente porque estábamos cerca de uno de los puntos de entrada pero no vi ni una bronca ni un problema. Gente de todo tipo y de todas las generaciones, familias completas con hijos y nietos, jóvenes y viejos, de todo. Yo salí a la calle a las 10.30 AM y a esa hora por la calle Reina lo que comenzaba a caminar hacia la plaza era grande. Para mí funcionó una convocatoria de manera natural, veías a la gente y sola te preguntaba si irías y te recordaba lo del vestir de blanco. Se le dio divulgación pero más que eso funcionó todo el barullo que antecedió al concierto, y eso movió a todo el mundo por el simple hecho de estar allí y disfrutar.
Cuando regresamos a casa estábamos todavía cargados y seguimos el final con Van Van, bailando como si hubiera fiesta. Me conoces y sabes que no soy nada fiestera ni cumbanchera pero me contagió el que sentí aquello sano, a mi alrededor, y de veras todo el mundo cantaba como si el día de ayer hubiera sido un regalo. Mi padre me escribió que se alegraba mucho, que lo había seguido completo y que esperaba muchos más como ese. Hoy la gente no hace más que comentar de ello.
Me pedías que te resumiera, no sé si lo habré logrado. Como podrás ver todavía me siento bien.


Y, no faltaba más, la opinion gráfica de Guamá [verla completa]:



Miguel Posé tras una fuerte discusión en el Hotel Nacional con funcionarios del punto G2, "¡Sin desayuno no hay concierto!".

¿Qué hubiera sido suficiente?

Tal parece que uno le estaba pidiendo a Juanes en su concierto en La Habana que encabezara una revolución, que lanzara gritos contra el gobierno cuando todo pudiera haber sido más sencillo. Uno se pregunta si con lo mismo que habló de los secuestrados en Colombia con nombre, apellidos y grado militar y pidió su libertad ¿por qué no hizo lo mismo con los presos de conciencia en Cuba? Eso hubiera sido más que suficiente. Pero no. Cumplió escrupulosamente el protocolo que le fijó la dictadura. Se hubiera notado menos si no hubiese mencionado a los secuestrados colombianos y hasta ahora nadie ha protestado por esa alusión politica. Si hubiese mencionado los presos cubanos para mí (y sospecho que para la mayor parte del exilio) habría sido más que suficiente.

P.D.: No se trata de pedir nada ni de esperar que un cantante colombiano resuelva o haga lo que los cubanos no hemos conseguido para nuestro país. Eso para mí está que claro. Quería precisar justamente que no pedíamos ni esperábamos eso. Se trataba más bien de darle algún sentido a un concierto que se anunció como por la paz y se resolvió con un canto a la nada. Desde el principio dije que defendía el derecho de Juanes -y de quien sea- a tocar en Cuba pero algo muy distinto es pretender darle un sentido político (y hablar de paz en Cuba o en Colombia lo tiene aunque muy distinto) para que al final todo termine en esa apoteosis de la bobería. Cierto que teniendo en cuenta lo que todos los que se subieron a ese escenario han cantado toda la vida es una exageración esperar otra cosa. Apenas señalaba la incoherencia básica de ir a hablar a La Habana de secuestrados colombianos y no mencionar los presos cubanos. Como ya dije, esperemos que por fin los mencione en el concierto en Ciudad Juárez. Y a las muertas de ciudad Juárez en algún concierto en Miami. Debe ser un efecto del jet lag.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Pánfilo en Gugulandia

El legendario mundo de Gugulandia ahora comentando la actualidad:

Pánfilo dosificado

Tomado de Jama y Libertad:

El episodio de Pánfilo, por lo que a esta campaña respecta, va llegando a su fin. En los próximos días reportaremos solamente lo que sea noticiosamente relevante sobre su estadía en la sala para enfermos alcohólicos del Hospital Psiquiátrico "Enrique Cabrera", y con la discreción y respeto que merece todo paciente. Nos mantendremos alertas y listos para reaccionar ante cualquier indicio de abuso médico o de otra índole, pero no vamos a especular sobre tale abusos en ausencia de señales o reportes bien fundados.

La liberación de los presos políticos, las garantías legales de las libertades y derechos básicos de los cubanos son fines prioritarios para quienes hemos trabajado en el diseño e implementación de esta campaña, pero la instrumentalización simbólica de Juan Carlos González para alcanzar tales fines, sin miramientos por las consecuencias reales que tal uso pueda tener para él, nos resulta inaceptable.

Reorientar las estrategias, el apoyo, la excelente plataforma y el enorme seguimiento que ha tenido esta campaña hacia objetivos mayores requiere mucho más que la buena voluntad de quienes hemos trabajado en ella. Cualquier compromiso serio en esa dirección, precisará una cuidadosa preparación y tendrá un impacto seguro en la vida profesional, familiar y personal de quienquiera la acometa. Algo que también merece una meticulosa consideración y respeto.

Lo positivo


Respondiendo a la preocupación de un lector sobre si he quedado discapacitado para ver algo positivo en el concierto de ayer ahí le va mi listado de lo que iría en la columna del haber, limitado por el escaso tiempo que estuve expuesto a ese fenómeno de masas:

-Es la primera vez que desde la visita de Oscar D’León que el público cubano que el público cubano tiene la oportunidad de estar en contacto con una estrella del mundo de la música en la cúspide de su carrera, darse un baño masivo de contemporaneidad. Como si un millón de personas al unísono pudieran aspirar el vaho a nuevo que sale de una maleta llegada del extranjero. Quien haya vivido en Cuba y sentido ese olor sabe de qué estoy hablando, aunque luego nos demos cuenta que no hay regalos para nosotros.

-Fueron las mejores cinco horas en la historia de esa plaza aunque hay que reconocer que la competencia es inexistente.

-El recado que le dio Olga Tañón a una asistente al concierto de parte de la madre que había ido a despedir a la cantante al aeropuerto en Miami. Un detalle personal que habla mejor del tema de la unidad familiar que cualquier consigna que se gritó durante el concierto.

-Todas las veces que se mencionó la palabra “libertad” en el concierto que no fueron muchas pero en todo caso más que “revolución” si se descuentan las referencias topográficas a la plaza de la ídem.

-El esfuerzo muy discreto de los artistas por incluir canciones que podrían interpretarse como alusiones sesgadas a la realidad cubana: “ese hombre es un mentiroso” (Olga Tañón), “ojalá pase algo que te borre de pronto” (Silvio Rodríguez a pedido de Juanes), “Dame una Isla llamada Libertad” (Juanes y Bosé), “Los hijos que no tuvimos/ se esconden en las cloacas,/ comen las últimas flores,/ parece que adivinaran/ que el día que se avecina/ viene con hambre atrasada” (Aute, aunque con la voz que desgasta ese señor dudo que alguien haya oído esa estrofa). Como aquellos trovadores tan prudentes y poéticos de los ochenta. Cierto que es un gesto que ha quedado obsoleto desde que Porno para Ricardo grabó “El Comandante” pero se agradece la intención.

-La claridad del mensaje de Juanes demandando la libertad de los secuestrados por las guerrillas de Colombia. Siempre habrá alguien que se queje de que no mencionó con igual precisión a los prisioneros de conciencia en las cárceles cubanas pero seguramente se debe a algún desfasaje en el programa. Esperemos que en el próximo concierto en la frontera entre México y los Estados Unidos se mencione el nombre de Oscar Elías Biscet y que para el concierto por la paz en Afganistán se denuncien los crímenes de Ciudad Juárez.

-El ansia del gobierno cubano de que nada distrajera la opinión pública de la grandeza del concierto y que determinó la liberación de Pánfilo.

-La pregunta de mi hija de seis años cuando le explicamos que el concierto se estaba dando en el mismo lugar en el que Fidel solía dar discursos: “¿Y Fidel lo sabe?”.

Pánfilo y el internet

La escritora y periodista Mirta Ojito estrenó columna ayer en The Miami Herald dedicándole un artículo a Pánfilo y cómo el Internet le ha dado un vuelco al tema de la defensa de los derechos humanos:

For years Cuba has reacted to outside pressure to release political prisoners. European presidents, members of the U.S. Congress, famous writers have all interceded on behalf of political prisoners, such as Armando Valladares, Ernesto Díaz Rodríguez, and Angel Cuadra, who were brought to their attention by campaigns orchestrated by a handful of human rights activists. Still, it took decades to free most of them.
That was pre-Internet. Pánfilo is a different story. He may have been both doomed and saved by the Internet. His YouTube video was seen by more than half a million. But so was the news of his sentence and imprisonment and, more important, a quick thinking campaign that incorporated the best that technology has to offer.
It took days to collect more than 3,000 signatures on his behalf. Back in the '60s and '70s and even the '80s, when activists like Frank Calzon, now with the Center for a Free Cuba, were campaigning to free political prisoners, communication between Cuba and Washington could take months.
``First we had to hear about the case from someone who brought it to our attention,'' said Calzon. ``Pánfilo was known to the world before he was imprisoned.''
He was also the perfect victim. Pánfilo was not a human-rights activist, a dissident or an intellectual. He is, simply, a man. A black man who is hungry and drinks too much. Therein lie his power and his weakness.
The government has always been intolerant of dissent, but it is particularly vicious when the dissenter is black. The most recent victims of execution in Cuba were three young black men attempting to steal a vessel to escape the island six years ago.
Pánfilo has escaped that fate. He's never said he wants to leave Cuba. What he wants is food. What he needs is food, rehab and freedom. But when he walks out of rehab, Pánfilo will still lack food. And freedom.

Un comentario [de un lector]

Este es un comentario de un lector a un post anterior sobre el concierto de Juanes que me pareció demasiado simpático para que se perdiera así como así. Firma como Cubasno y dice:
...confieso que vi el concierto en fast forward después que se había acabado y el efecto es desvastador. me recordó aquella frase que alguien me contó de breton sobre un niño muy sucio que vio en casa de un amigo: como niño no es gran cosa, pero como asquerosidad es una maravilla. en ese sentido el concierto fue perfecto. no se ahorraron ningún efectico barato, comenzando por los palomones blancos del decorado, ninguna frasecita mierdera, ni el público se ahorró ningún entusiasmo ni brincoteo juventoso por cada ridiculez que le tiraron, como en una leonera famélica a la que tiran piltrafas. había que ver al pobre diablo de amaury perez haciendo gesticos de estrella a lo bono como los que debe ensayar frente al espejo, a los grotescoides de los orishas cantando, en cuba, aquello de "a lo cubano, chicas por doquier, fiesta en casa e guano", como si fueran proxenetas tratando de venderle dos mulatas (o tres mulatos) a un yuma; a X alfonso, que tiene bien puesto el nombre porque es la nada total, siendo tan trabajosamente insulso y nulo como siempre, acompañado por los puros que se han montado al tren de la nada pa comer, que hay que comer; a bosé haciendo gestos épicos que su barriguita y la musiquita de matraca que canta convertían en autoparodia; a yerbabuena con su cantante que es un símil inverosímil de xiomara; a olga cañón con su gordura sexy y los imitadores de stomp conque comenzó el show, que parecían salidos de un matutino de la lenin en los 80-aunque hay que reconocerle el único momento de involuntaria ironía al comenzar el concierto con aquello de "es mentiroso ese hombre, es mentiroso"; silvio con su voz que se aflauta, se pierde, se difumina, cantando profundeces como aquello de que si saber no es un derecho seguro será un izquierdo, con su mujer a la que se ve no le falta la jama, soplando a su lado mientras el combito convierte en insoportables, interminables traqueteos las ya lamentables escaramujadas. aute, más autista que nunca, varlos carela, mojannoti y danny ripiera están más allá del insulto. palabras, no puedo. lo único que sonaba normal, más o menos, eran los van van, que se tiraron con unos éxitos del ayer como reconociendo que el presente está de pinga pal perro, y todavía tuvimos que echarnos a bosé y a la nalgón bailando, y el final chanchánico (no tocaba la guantanamera, o hasta siempre comandante?) con todo el personal del "concierto del siglo" desafinando a coro, descojonando los versos sencillos cual segurosos a disidente, mientras al pobrecito público ya le cuesta horrores disimular su desesperación, o es la mía que ya comienza a manchar como un ácido verde la pantalla. pensé que si volvía a escuchar una vez más mano parriba cuba me iba a dar, y lo escuché. y me dio.
pero de todos modos, el momento cumbre del chancletismo universal no fue ninguno de los gallos que se les fueron a todos, sino un momento de relativo silencio. cuando los opichas presentaron a johns, el culombiano se tomó su tiempo para salir. él vio Nikita y sabe aquello de que hacerse esperar es hacerse desear. sobre todo cuando hay un recojonal de cubiches, con la barriga llena de soya molida y pan con pasta cárnica, bajo un solazo habanero y sin ni pinga que hacer que no sea esperar y desear. el pacificador no sale, se demora, la cámara sube, hay un ruidito de expectación, toma aérea, la gente aplaude, la gente canta, la gente grita juanes juanes juanes y johns se demora todavía un poquito, lo disfruta un poco más, el régimen se refocila mostrando lo amantes que son los cubiches de su salvador, lo obedientes que son, lo perritos de pavlov (perritos de pavo) que se han vuelto, y en eso aparece el desafine en persona, con una bandita nike en el antebrazo y una carita de comemierda útil, y los perripavlitos deliran. y yo miro desalentado y pienso, esto es más serio de lo que yo pensaba, nos jodimos, se jodieron.

domingo, 20 de septiembre de 2009

El gallo de la paz o pudo ser peor


Un amigo músico me suele decir que detesta los conciertos al aire libre. Que la intemperie está bien para el fútbol pero no para la música. Uno puede replicarle con Woodstock o Monterrey que tuvieron sus momentos de buena música pero a lo mejor esos ejemplos sólo significan que Jimi Hendrix estaba hecho a prueba de los elementos. En cambio el concierto de Juanes en la Plaza de la Revolución pareció diseñado para darle la razón a mi amigo. Aunque el mejor argumento que se desplegó ayer a favor de mi amigo no fue la falta de techo sino de música. Gente que decía que iba a cantarle a la paz y musicalmente se comportaba como terroristas despiadados. Especialmente Luis Eduardo Aute a quien debía incluírsele entre las prácticas prohibidas por la convención de Ginebra. Un concerticida según la clasificación de Trespatines. Y junto con él el resto de la legión española en el desembarco más temible de súbditos de la corona desde los tiempos de Weyler sólo que esta vez -por suerte- su enfrentamiento a los nativos sólo duró unos minutos. Y tantos gallos nacidos de las gargantas de estos repartidores de paz que si no fueran una metáfora del desafine sino realidad tangible habrían resuelto los problemas alimentarios de Cuba para los próximos dos años. (Lo mejor del concierto fue cuando los Jets de Nueva York le ganaron a los New England Patriots pero fue algo que se perdieron los que no usaron el control remoto del televisor con un frenesí similar al mío).

Quedaba la parte política del asunto y en eso los batiblancos de Juanes no desentonaron. No podían hacerlo porque se mantuvieron fieles a la bobería tantas veces demostrada en las semanas anteriores. La paz era amor y el amor era paz y así hasta el cansancio. A veces, para variar, hablaban de convertir el odio en amor con el entusiasmo de los alquimistas del renacimiento aunque incapaces de transformar el denso plomo de sus canciones en otra cosa. No era que esperara que Juanes se convirtiera en el nuevo redentor de los cubanos allí donde Wotyla no pasó de cheerleader del Señor. Más bien aspiraba a que el cantante colombiano rellenara con algo más sustancioso la injustificada idea que tiene de sí mismo (algo así como el Mesías de la cumbia- pop) y de su proyecto pero mi confianza en las capacidades del ser humano para superarse a sí mismo es algo que deberé revisar en los próximos días.

En todo caso el concierto no confirmó los peores augurios de parte del exilio (de que el concierto se convirtiese en canto de alabanza al castrismo) ni las esperanzas infundadas de la otra parte de que el colombiano encabezara a la multitud para aplicarle la operación almohada al Rey del Marabú, sorprendido en medio de la siesta. La bobería maratónica del domingo hace parecer toda la polémica previa como innecesaria –no incluyo, por razones obvias, la destrucción de discos o las amenazas de muerte como parte de la polémica- porque ¿por qué tomarse tanta molestia con algo así? Aunque uno puede consolarse pensando en que pudo haber contribuido a que el concierto no haya sido un espectáculo repugnante en lugar de lo que fue: un acto profundamente insulso. Habrá que esperar por la opinión de las víctimas principales de este concierto. O sea los miles de personas que aguantaron a pie firme durante más de cinco horas al parecer sin que se les agotara sus reservas de entusiasmo. Quizás les bastara pensar en los discursos de dimensiones parecidas soportados años atrás en ese mismo asfalto recalentado para sentirse, por contraste, como la gente más afortunada de la tierra.

Se palpaba…

Se palpaba la energía y la emoción. Era algo que los cubanos necesitaban hace mucho tiempo. Nada más sonar el primer bongó de la Tañón , Yoraidis, una estudiante situada en primera fila, espetó a este corresponsal: "Chico, no seas 'pesao': mejor mover el culo que hablar de política". Buen resumen de la situación nada más comenzar... [Mauricio "Aires de Cambio” Vicent]

Opiniones

"No hubo ningún mensaje de esperanza para el pueblo de Cuba. Se ha comparado este concierto con el viaje del Papa Juan Pablo II [en 1998], pero lo cierto es que, por lo menos, el de su Santidad dejó un mensaje de impacto mundial'', consideró el disidente cubano Elizardo Sánchez Santacruz.

En su opinión, "la realidad indica que el gobierno va a apuntarlo como un reconocimiento público al régimen, y poco más que eso'', añadió Santacruz desde la capital cubana por teléfono.

Según Daniel Alvarez, profesor de la Universidad Internacional de la Florida, independientemente "de la calidad de los artistas'' y "algunas horas de entretenimiento'', el concierto "intensificó aún más la polarización'' en el exilio cubano.

"Ahora los dos lados creen, aún más, que la razón está de su lado. Unos lo van a ver como un momento de manipulación política y otros como un instante de apertura del régimen'', enfatizó Alvarez.
[Tomado de El Nuevo Herald]

Amor para la represión


César Reynel Aguilera

Amor para la represión

En eso quedó: Un grupo de cantantes, que van cuesta abajo, se reúnen en un polémico concierto en La Habana con la esperanza —infundada, porque el mercado es implacable— de relanzar sus carreras o, en el peor de los casos, disfrutar por última vez en sus vidas de esa dulce adicción que son los aplausos; aunque sean inmerecidos, ordenados, o pagados con botellitas de agua. Las excepciones, por mucho que a algunos nos cueste reconocerlo: Orishas y Silvio Rodríguez. El resto hace rato que saltó del acantilado.
Si algo ha mostrado Olga Tañón en este concierto, por ejemplo, es su capacidad para escoger cirujanos y bailarines acompañantes. Los Alfonsos, por su lado, pasan como número circense (la baterista tiene cuatro brazos sin músculos). Amaury Pérez quedará como el chiste de una pausa (los camarógrafos tuvieron que cambiar a lentes de ángulo ancho). Víctor Manuel se confunde con un actor americano, ¿Bill Murray?, y lo único de él que queda en los recuerdos de esta tarde es su cita del periódico Granma: La memoria es el arma más poderosa. Bosé aplasta con el insulto poético de un “ultimísimo momento” y Carlos Varela, siempre de ambiguo machismo, se aparece con una camiseta alegórica a las Damas de Blanco. Digo yo.
Mención aparte y especial merece Yerbabuena. Heroico lo que han hecho, se quedan sin “lead singer” y salen al piso de la Plaza a reclutar a la primera cubanita que se atreva a cantar; encuentran una cotorra mal alimentada, la ponen entre dos argollas bien forjadas, le enroscan una banda en el cuello —por si hace falta doblar a Xiomara— y la sueltan al ruedo de los malos chistes y la leonera. “¡En una fiesta de percheros la cuelgan en el ropero¡”, me grita un amigo por teléfono desde La Habana.
Llega Juanes, dice que no puede creer lo que está viendo, empieza a cantar y yo no puedo creer lo que estoy escuchando. Juanes no sabe que desafinar de esa forma en La Habana es delito de lesa humanidad. En esa ciudad la voz no se esfuerza para cantar, se usa, aunque sea mal, como Silvio o José Antonio Méndez, no importa, pero no hace falta gritar. A menos que uno se llame Steven Tyler o Fidel Castro.
Pero a pesar de todo eso coincido en que el concierto será histórico. El exilio cubano acaba de anotarse una victoria tan inesperada como la de la tiranía al final de la crisis de octubre. Escuchar a Silvio cantar “Ojala”, con Papito ya fallecido y Obama en el poder, fue pensar, por un simple proceso de exclusión, en la muerte del tirano; gracias Pablo.
Después de hoy el aparato represivo del castrismo tendrá mucho menos espacio para usar el amor como razón de guerra; y al exilio como blanco del odio. Gracias Juanes. Ahora nos toca a nosotros.

Actividad cultural

Antes del concierto en la Plaza Olga Tañón asistió a una exposición de retratos de Quientusabes.

El beneficio de la esperanza


[Caricatura de Omar Santana]

Ya se han despachado océanos de tinta, galaxias de megabites sobre el concierto de Juanes esta tarde en la Plaza de la Revolución. Aunque creo como muchos que, en la más ilusa de las posibilidades, Juanes subestima la capacidad de manipulación del castrismo, prefiero darle de aquí a que desenchufe su guitarra en la Plaza de la Revolución, el beneficio de la duda o de la esperanza como nos corresponde a los desesperados. No es que espere que por obra de la gracia del cantante por unas horas retome su antiguo nombre de Plaza Cívica, algo dudoso cuando buena parte de los invitados son o bien defensores a tiempo completo de la dictadura cubana (Silvio, Danny Rivera o Luis Eduardo Aute) o alabarderos ocasionales (Orishas, X Alfonso) y por la discreción que ha mantenido hasta ahora hacia la dictadura más extensa del continente. Pero como la esperanza es lo último que se pierde no quiero descartar que Juanes le dé algún peso a su prédica y muestre un mínimo de civismo, de sensibilidad hacia el pueblo al que le va a cantar. Juanes, independientemente de su ideología y posición política debe estar consciente de que dar un concierto en Cuba no es un acto por necesidad político pero dar un concierto por la PAZ en la Plaza de la Revolución lo es y no puede hacer nada por evitarlo. El sentido que finalmente tenga le toca a él en buena medida. Y que no es poco lo que tiene que hacer para contrapesar toda la propaganda favorable al castrismo que significa su presencia en esa Plaza.

P.D.: Al final del concierto los invito a dejar sus impresiones aquí. Si quieren seguir el concierto en vivo pueden verlo en este sitio.
P.D. 2- He pasado par de veces frente al televisor. En realidad tres. X Alfonso que no es santo de mi devoción pero parecía James Brown en comparación con esas presentaciones a lo Esther Borja, con olor ha guardado, a vestido de la abuela de Danny Rivera desgañitándose por un pueblo y Amaury Pérez con su amor secreto y el closet con la cerradura atascada. El pueblo cubano ha sufrido mucho para tener que soportar ahora esto.

Si quieren escuchar música pueden oír esto: Bill Evans y Eddie Gómez en el festival de Montreaux.

O su “Waltz for Debbie” con Chuck Israels y Larry Bunker:

Yahoo Música - Paz Sin Fronteras

sábado, 19 de septiembre de 2009

Para verlo una y otra vez

CARTA ABIERTA AL CANTANTE JUANES

CARTA ABIERTA AL CANTANTE JUANES

DE LOS FAMILIARES DE PRESOS POLITICOS CUBANOS

Contactos en Cuba:

Alejandrina García de la Riva: 53-5-273-7663

Aniley Puentes Varela: 53-5-279-1720

Ana Belkis Ferrer García: 53-5-239-6814

Contacto en el exilio:

Blanca González: 786-302-1703

Cuba, 17 de septiembre del 2009

Estimado señor Juanes:

Quienes suscribimos esta carta somos familiares de prisioneros políticos cubanos que sufrimos el dolor de tener a nuestros seres queridos en prisión por sus ideas. La realidad cubana es muchas veces difícil de entender para las personas que no han vivido, ni sufrido la falta de libertad y de derechos.

Le pedimos que, utilizando el escenario que para Ud. y sus acompañantes será preparado en la Plaza de la Revolución este próximo día 20 de septiembre, haga un llamado al gobierno de Cuba para que libere de forma incondicional e inmediata a todos los prisioneros políticos cubanos.

Quedan de ustedes,

Alejandrina García de la Riva, esposa de Diosdado González Marrero, 20 años de prisión.
Magaly Broche de la Cruz, esposa de Librado Linares García, 20 años de prisión.
Elsa González Padrón, esposa de Víctor Rolando Arroyo, 26 años de prisión.
Elsa Morejón Hernández, esposa de Oscar Elías Biscet González, 25 años de prisión.
Aniley Puentes Varela, esposa de Fidel Suárez Cruz, 20 años de prisión.
Clara Lourdes Prieto Llorente, hermana de Fabio Prieto Llorente, 20 años de prisión.
Ana Margarita Perdigón Brito, hermana de Raimundo Perdigón Brito, 4 años de prisión.
Asunción Carrillo Hernández, madre de Iván Hernández Carrillo, 25 años de prisión.
Julia Hernández Alemán, abuela de Iván Hernández Carrillo, 25 años de prisión.
María Esther Blanco Aguirre, esposa de Próspero Gaínza Agüero, 25 años de prisión.
Blanca González, madre de Normando Hernández González, 25 años de prisión.
Reina Luisa Tamayo Danger, madre de Orlando Zapata Tamayo, 25 años de prisión.
Milka María Peña Martínez, esposa de Luis Enrique Ferrer García, 28 años de prisión.
Melba Santana Ariz, esposa de Alfredo Domínguez Batista, 14 años de prisión.
Matilde Duportal, esposa de Julián Antonio Monés Borrero, 3 años de prisión.
Raúl De la Cruz Barthelemy, hermano de Rodolfo Barthelemy Cobas, 15 años de prisión.
Yusnaimy Jorge Soca, esposa de Darsy Ferrer Ramírez, pendiente de juicio.
Gregoria Corrales Borges, madre de Luis Campos Corrales, 26 años de prisión.
Margarito Broche Espinosa, ex prisionero político bajo licencia extra penal.
Lourdes Esquivel Vieyto, esposa de José Díaz Silva y madre de Ernesto Díaz Esquivel ambos prisioneros políticos, pendientes de juicio.
Suyoani Tapia Mayola, esposa de Horacio Julio Piña Borrego, 20 años de prisión.
Evangelina Mederos Arozarena, hermana de Ernesto Mederos Arozarena, pendiente de juicio.
Idalmis Desdín Salgueiro, madre de Juan Luis Rodríguez Desdín, pendiente de juicio.
Odalis Martínez Pérez, esposa de Ángel Luis Santiesteban Rodés, 6 meses de prisión..
Julia Antonia Ayala, madre de Aurelio Antonio Morales Ayala, 2 años y 9 meses de prisión.
Sabiel Ávila Caro, sobrino de Luis Caro Chávez, 15 años de prisión.
Aniurka Campos Díaz, prima de Joel Cano Díaz, 20 años de prisión.
Teresa Cuenca, madre de Andry Frómeta Cuenca, 27 años de prisión.
Gladys Farah Estrada- Lázaro Alejandro García Farah, 25 años de prisión.
Sabina Martín Gómez, hermana de Carlos Martín Gómez, 14 años y 6 meses de prisión.
Ariel Ramos Acosta, hijo de Ignacio Ramos Valdés, 12 años de prisión.
Mamiuska Rodríguez Serrano, esposa de Orestes Paino Viera, pendiente de juicio.
Raúl Borges Álvarez, padre de Ernesto Borges Pérez, 30 años de prisión.
Rita María Montes de Oca Chirino, esposa de Vladimir Alejo Miranda, pendiente de sanción.
Rebeca Rodríguez Souto, esposa de Alfredo Pulido López, 14 años de prisión
Haydé Galbán Casals, madre de Ricardo Galbán Casals, 3 años de prisión.
Ana Belkis Ferrer García, hermana de José Daniel y Luis Enrique Ferrer García.
Amelia García Vega, madre de José Daniel y Luis Enrique Ferrer García.
Belkis Cantillo Ramírez, esposa de José Daniel Ferrer García, 25 años de prisión.
Catalina Cano Vergara, tía de Marcelo Cano Rodríguez, 18 años de prisión..
Bárbara Yurubí Dueñas, esposa de Marcelo Cano Rodríguez, 18 años de prisión.
Moralinda Paneque Martínez, madre de José Luis García Paneque, 24 años de prisión.
Margarita Deulofeu Almirola, esposa de Eduardo Díaz Fleitas, 20 años de prisión.
Mariluz Almenares Almarales, madre de Leonel Grave de Peralta, 20 años de prisión.
Nilza Rivas Hernández, esposa de Benito Ortega Suárez, 11 años de prisión.
Esther Benita Martín Prieto, madre de Armando de Jesús Medel Martín, 20 años de prisión.
Quirenia Guerra Lugo, esposa de Nelson Molinet Espino, 20 años de prisión.
Tania Montoya Vázquez, esposa de Raumel Vinajera Estibe, 5 años de prisión.
Noris Morales Alonso, madre de Egberto Escobedo Morales, 20 años de prisión.
Sahilí Navarro Álvarez, hija de Félix Navarro Rodríguez, 25 años de prisión.


Tomado de: Blog de Zoe Valdes

Repetimos


Hoy sábado 19 de septiembre presento el libro “¿Qué pensarán de nosotros en Japón?” en la FERIA DEL LIBRO HISPANA/ LATINA DE NUEVA YORK organizada por el Centro Cultural Hispano Latino de NY:

Lugar: Renaissance Charter School, 39-59 81 Street, Jackson Heights, Queens , NY.
Sala: 3
(Tren 7 hasta la calle 82 y caminar hasta la esquina de la 37 Ave. Con la calle 81, al lado de la biblioteca pública)

Hora: 6:55 pm

Fábula

Había una vez un músico. Era famoso en todo el mundo. También lo era en cierta forma en una isla en la que, a pesar de su fama, su música estaba prohibida. Los jóvenes se pasaban sus grabaciones de mano en mano, clandestinamente. Mientras vivió en la isla no sólo prohibieron sus canciones sino que encarcelaban o marginaban a sus imitadores. Y a los imitadores de sus imitadores. O las que sólo se contentaban con llevar la melena del mismo largo que la suya.
Tanto fue el celo que pusieron en perseguir sus melodías que el día en que en el periódico de la isla apareció la noticia de su muerte en una nota de una pulgada cuadrada muchos se preguntaron quién era el músico más famoso del mundo. No obstante muchos años después el mismo dictador que había prohibido su música inauguró una estatua del cantante en un parque de la capital de la isla. Estaba acompañado eso sí, por uno de aquellos jóvenes que tiempo atrás escuchaban secretamente sus canciones y que ahora como ministro de cultura lucía la melena que habría querido ostentar cuando era adolescente. Y allí quedó la estatua del músico sentada en un banco del parque como monumento a la infinita tolerancia del mandatario.

Moraleja: es muy difícil no ser manipulado por una dictadura que haya descubierto la fórmula de la eternidad.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Gorki en Miami

En El Nuevo Herald
Y en TV:

El bloqueo

A veinticuatro horas del llamado concierto Paz sin fronteras en La Habana, se descorre el velo de las gestiones que se hicieron en Miami para que Cuba autorizara a Willy Chirino y otros artistas cubanos del exilio a acompañar a Juanes en su proyecto.

El permiso para la entrada de estos artistas fue denegado por el gobierno de Cuba a través de Juanes.

En declaraciones del empresario Raul Alarcón, Jr., presidente de Spanish Broadcast System, se reveló la petición formulada por éste, Emilio Estefan y Chirino al cantante colombiano en reuniones que se celebraron en casa del empresario de las comunicaciones en Coconut Grove, durante el mes que precedió al espectáculo organizado por el cantante colombiano.
[sigue]

Nuestro hombre en Buenos Aires

Mauricio Vicent, corresponsal del Granma para España (con nómina en El País) anuncia vientos de apertura. Para eso se basa en las entrevistas que dieron Formell y Amaury Pérez para la TV de Miami. Sólo en esa huracanada circunstancia se ha atrevido El País a mencionar el caso de Pánfilo.
Ya sabemos por qué soltaron a Pánfilo: para que Mauricio Vicent tuviera historias que contar.
Y ya sabemos cuál será la próxima entrada en su currículum: ser corresponsal en Buenos Aires (de cambios).

El día después

Escuchar la entrevista de Pánfilo fue un alivio. Asombrosamente sosegado después de todo lo que ha pasado y teniendo en cuenta que lo llamaban desde “la radio enemiga”. Y con una valentía y lucidez sencillas, sin aspavientos. Sin síndromes de Estocolmo ni odios. Con ganas de reencontrarse con cierta idea que tiene de sí mismo, un deseo muy digno de respeto. Y en eso también se puede ver una cifra del cubano de a pie: gente deseosa de llevar vidas normales pero que no acaban de entender –pese al insistente aprendizaje durante 50 años- que por decir lo que se piensa haya que ir preso. Y todo eso debemos respetarlo. Creo que con la entrevista de hoy sea suficiente. Debemos evitar pasar del puro interés humano al acoso sensacionalista (y esto va con la prensa de Miami principalmente) y dejar que ese hombre que rearme su vida como quiera y pueda.

Por otro lado no creo que intenten hacerle nada en el hospital. No porque el régimen recién haya descubierto sus reservas intactas de bondad sino porque es mucho más racional de lo que aparenta. Si acaso le leerán la cartilla, lo convencerán de lo generosos que han sido con él y de que no siga dando declaraciones o en caso contrario vuelve para adentro. Si lo soltaron es porque se dieron cuenta de que no les era negocio dejarlo dentro. Así de sencillo. Pero esto no se queda así. Seguro.

Para ellos el problema no es Pánfilo sino todos los demás. Y no me refiero a la campaña sino a toda la blogosfera dentro y fuera de Cuba y toda la gente que haga algún tipo de actividad visible en defensa de los derechos de los cubanos. Un amigo me dijo hoy: “prepárense porque ahora les van arriba a ustedes”. Yo, bravucón, le dije que no tenían cómo pelear en este campo. Que la tropa de choque que están formando en la Universidad de Ciencias Informáticas tiene un problema: puede pensar. Y que meterse en el internet les abre los ojos y termina creándole problemas a los mismos que quieren formarlos como carne de cañon virtual. Mi amigo, un viejo exiliado que no lleva años acumulando experiencia por gusto, me dijo: “Ahora van a tratar de echarlos a fajar”. Y eso sí me preocupa porque la división es el arma perfecta. Y contra eso es muy difícil prepararse. De cualquier manera no está de más andar precavidos contra cualquier intento de crear rencillas entre cualquiera de nosotros.

Comunicado de la campaña

Tomado de Jama y Libertad:

Las agencias de prensa informan que Pánfilo ha sido transferido a un hospital psiquiátrico donde recibirá un tratamiento para el alcoholismo durante 21 días, al término del cual quedará libre. La noticia nos alegra por Juan Carlos González y sus allegados, y por todos los que alrededor del mundo han puesto su grano de arena para lograr su liberación.

Corregir esta injusticia, este abuso puntual, es una decisión sabia del gobierno cubano. Ello no corrige el abuso ni la injusticia mayor de sostener un régimen que reprime sistemáticamente el ejercicio de los derechos humanos, pero es un paso mínimo en la dirección correcta.

En su decisión, es muy probable que el gobierno haya tomado en cuenta la repercusión de este caso en vísperas del Concierto por la Paz que tendrá lugar en La Habana el próximo domingo. Sin la solidaridad masiva, sin la bulla y el apoyo de muchísimas personas alrededor del mundo, este caso no hubiera tenido ninguna repercusión.

Nuestra campaña pasa del estado de emergencia al estado de alerta. La estadía de Pánfilo en un centro psiquiátrico, así sea por 21 días, merece toda cautela y una atención redoblada cuando desaparezcan las cámaras y las estrellas populares de la paz sin fronteras.

¿Cómo canalizar la energía positiva generada en estos días alrededor de la campaña para lograr los obetivos de fondo que queremos para Cuba? No vamos a apresurarnos a responder esta pregunta. Será mejor escuchar antes la opinión de todos los que han participado en ella, con su música, su arte, con su talento o su firma, de todos los que han hecho algo para lograr esta victoria.

¡No te dejes callar!

Entrevista a Pánfilo

Entrevista telefónica a Pánfilo transmitida por Radio Martí. Es bueno oírlo tan calmado después de toda esta pesadilla. Y escucharlo como una confirmacion de que ya va siendo hora de dejarlo tranquilo y pasar a otros asuntos:

Ojo, no pinta

Un texto de César Reynel Aguilera tomado de Penultimos Dias:

Ojo, no pinta

Para Milo

César Reynel Aguilera

Y sigue el miedo a la oscuridad. Un miedo viejo que hemos pagado con creces y cruces. Ya perdimos dos guerras de independencia por ese “factor negro”, por ese mismo fantasma, que el castrismo usa hoy para desalentar los inevitables cambios de la sociedad cubana.
Esa es otra de las enseñanzas que nos deja el affaire Pánfilo. Fidel Castro, como todo buen hijo de hacendado, le teme a los negros. Por eso siempre los ha tenido a raya, por eso reprimió durante tantos años las religiones afrocubanas y sólo se atrevió a autorizarlas cuando supo que las tenía bien penetradas. Por eso se ensaña hasta el absurdo con los opositores de piel oscura, asesina jóvenes que intentan robarse una lancha, y le da dos años de prisión a un hombre que pide comida. El pecado original es ser negro: carne de cañón para luchar por los derechos de una raza allende los mares, nunca en monte propio.
Que eso suceda en Cuba es algo que podemos aceptar si tomamos en cuenta que se trata de un país que ha vivido, durante las últimas cinco décadas, de espaldas al mundo, aislado y ajeno a los grandes cambios que ha vivido nuestro planeta, uno de ellos, quizás de los más importantes, es la emancipación de una raza que ya cuenta con uno de los suyos, de los nuestros, como presidente del país más poderoso del mundo. Recordemos que si en los EE UU la población de origen africano es alrededor del diez por ciento del total de sus habitantes, en Cuba esa cifra ronda la mitad. No en balde el castrismo tiembla, no en balde los castristas intentan conjurar el efecto Pánfilo.
Lo que resulta chocante, triste y vergonzoso, es que ese terror castrista por el “factor negro” encuentre eco no ya entre sus voceros en el exterior sino en portales que se ufanan de ser sitios para la reunión y el acercamiento de los cubanos. Cuando uno lee descripciones de Pánfilo que no van mas alla del borracho, vago y marginal, en un país que lleva medio siglo usando la marginación como arma de castigo y juego político, en una economía con altísimas tasas de subempleo y desempleo, en una sociedad con alarmantes niveles de alcoholismo; uno no puede menos que sentir la incomodidad de una pregunta: ¿existirán todavía personas que miran con añoranza aquella práctica de los pueblitos del centro de la isla, aquella tradición de matar las tardes paseando por el parque, con los blancos por dentro y los negros por fuera, o al revés?
Los estereotipos raciales, usados para describir a Pánfilo, van más allá de los insultos personales y se utilizan, también, para anunciar el fin, la decadencia, o la irremisible pérdida de una cultura, la nuestra, la de todos, que para algunos sólo puede ser blanquita, organizada, y de ser posible, castiza.
No tiene sentido detenerse ahora en el análisis de estos castristas que intentan meternos miedo con el “factor negro”. Los Glenn Millers de la cultura cubana pueden entonar cuantas serenatas a luz de la luna quieran, al final ese patrimonio que pretenden defender les hará saber, con muchos colores, negro incluido, que eso no es jazz.
Lo importante ahora es celebrar la liberación de Pánfilo, y recordar dos cosas. Una es que haber sido discriminados —por orientación sexual, o capacidad intelectual, digamos— no inmuniza contra el ejercicio de la discriminación. Todo lo contrario, obliga a los que la han sufrido a vigilarse constantemente, a escoger bien sus palabras, y a ser muy cuidadosos para no regalar a los demás lo que se ha sufrido en carne propia.
La otra cosa es desarraigar de una vez, y por todas, el miedo al “factor negro”. Nada de esencialmente malo hay en ese color. Como dice mi amigo Alexis Romay: En la dulce y tibia oscuridad de sus vientres, todas las madres fueron negras.

César Reynel Aguilera
Montreal

Pánfilo, el peligroso

Un texto de Enrique Patterson en El Nuevo Herald:

Pánfilo, el peligroso

Después que el tribunal de apelaciones de La Habana ratificara la condena de Pánfilo a dos años de prisión por peligrosidad pre-delictiva, el régimen acaba de liberarlo a cambio de un tratamiento contra la adicción. Todos fuimos testigos de la reveladora trilogía del hombre, su verdad y el alcohol. En propiedad vimos solamente dos términos: el hombre y su verdad, el hambre. El alcohol funcionó como instrumento al que le debemos el desgarramiento, lo vernáculo del testimonio, la autenticidad del performance.

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Sobre los comentarios

Como habrán notado este blog ha pasado de dejar sus comentarios abiertos a la fase de moderación (o censura) en las últimas dos semanas. Nadie me ha pedido explicaciones pero así y todo las doy. Siempre he estado orgulloso del buen ambiente que se respira en los comentarios de este blog. Ha habido polémicas y discusiones pero en general desde el sentido común y el respeto por el otro. Pero en los últimos tiempos un par de comentaristas estaban amenazando con destruir ese buen rollo y no podía permitirlo. Los mismos que estaban llevando toda discusión hacia el sin sentido invocaban la falta de democracia de este blog. Como si un blog fuera un país. Concibo el blog un poco como una fiesta en la casa en la que puede entrar el barrio completo siempre que se comporten entre ciertos límites. Una vez sobrepasados dichos límites hay que cerrar la puerta y reservarse el derecho a admisión. Eso no es dictadura sino sentido común. Dictadura es controlar todos los medios de difusión de un país y no permitir que los demás hagan uso de su derecho a expresarse. Que no le permita a Lagarde y sus secuaces que comenten en mi blog posando de viejitos histéricos de la calle ocho no significa que le niegue su derecho a expresarse en su propio blog como nunca le pediré al Granma que cambie su línea editorial, tan divertida por otro lado, sino que se diera espacio a otras publicaciones lo cual es imposible con el sistema actual, con la constitución cubana vigente.
Dicho esto pienso abrir de nuevo los comentarios para su aparición inmediata reservándome el derecho a volver a censurarlos si atentan contra el intercambio equilibrado y el sentido común.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Sobre las trampas de la impotencia

El objetivo básico de la campaña Jama y Libertad se ha conseguido. Juan Carlos González (Pánfilo) ha sido excarcelado y será enviado por 21 días a un hospital para ser tratado por su alcoholismo antes de regresar a su casa. Un objetivo casi ridículo si se compara con otros más vastos que patrocina la misma campaña: la defensa de la libertad de expresión de todos los cubanos y la denuncia de los mecanismos legales que hacen posible arbitrariedades como la que sufrió Pánfilo. Aún así no es poca cosa que una persona concreta pueda escapar a una de las tantas injusticias que se cometen cada día en Cuba sin que en muchos casos ni siquiera tengamos noticia. No es poco demostrar una vez más (porque no es la primera vez) que pueden conseguirse cosas que se daban por perdidas, que la movilización de miles de personas -aunque en buena parte haya sido sólo virtual- consigue hacer retroceder una medida represiva de un régimen que, por inamovible que parezca, siempre ha sido muy cuidadoso administrando su imagen. Más que una señal de debilidad del régimen lo es de la fuerza que puede adquirir nuestro consenso para conseguir objetivos concretos más allá de las diferencias que podamos tener sobre los problemas cubanos y el modo de resolverlos.

No se trata de triunfalismo sino de asumir cada uno la responsabilidad que le toca en este logro. Porque es más fácil pensar que nada tuvo que ver el clamor de todos los que de cualquier manera exigieron la libertad de Pánfilo con su reciente excarcelación; o hasta incluso el silencio respetuoso o la crítica preocupada de los que no confiaban en la validez o la eficacia de la campaña –algo bastante comprensible- pero al menos no se dedicaron a sabotearla. Es más fácil creer que al final sólo se trata de una jugada del régimen para mantener a los cubanos en zozobra, o para asustar a Pánfilo. O para posar de generosos. O para desviar la atención sobre injusticias mucho mayores. O que se trataba sólo de una medida correctiva de un funcionario intermedio que ha sido rectificada por el gobierno en su infinita sabiduría. Todo eso no lo veo como otra cosa que como un recurso táctico que nos permite refugiarnos en el cinismo, la inercia y el silencio que no son más que disfraces de la impotencia frente a un régimen que siempre ha pretendido parecer –con mucho éxito- todopoderoso, inmune a cualquier presión. Pero debe recordarse que fue la presión interna y externa la que determinó el cierre de las UMAP, la liberación de miles de presos políticos e innumerables libertades que los cubanos se van tomando cada día aunque estas nos parezcan –con razón- incompatibles con su vocación totalitaria.

Ignorar el papel que cada uno de los miles que reclamaron la libertad de Pánfilo ha tenido en su salida de la cárcel -por pequeño que haya sido- es ni más ni menos que la manera más segura de eludir la responsabilidad de insistir en la reparación de una injusticia mucho mayor que ir a prisión por decir que se tiene hambre: la de que a un pueblo completo se le prive de su libertad y derechos. Atribuir a la bondad o la astucia del régimen cubano la libertad de Pánfilo –u otras mínimas libertades que se han conquistado a lo largo de los años- es el modo más eficaz de renunciar a todo control, por mínimo que sea, sobre el destino de nuestro país y a la parte de nuestras vidas ligada a ese destino.

La noticia

En El Mundo de acuerdo con EFE:
Cuba excarcela a 'Pánfilo', el hombre que pidió comida en televisión
El Gobierno cubano ha excarcelado a Juan Carlos González Marco, alias 'Pánfilo', quien fue condenado a dos años de prisión por protestar y pedir comida ante unas cámaras de televisión.

Según dijo Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión Cubana de los Derechos Humanos y la Reconciliación Nacional (CCDHRN), que adoptó a 'Pánfilo' como preso de conciencia, este último fue excarcelado y enviado a un psiquiátrico para un tratamiento de cura de alcoholismo.

"Es una decisión inteligente y racional de parte del gobierno de Cuba", dijo la CCDHRN en un comunicado, y Sánchez consideró que se produce gracias a la presión de la opinión pública internacional.

Pese a que 'Pánfilo' fue condenado a dos años de cárcel por "desvinculación laboral" y "peligrosidad social pre delictiva", y su condena ratificada la pasada semana en un tribunal de apelación habanero, este viernes recibió una carta en la que se le comunica su libertad y se le envía durante 21 días a un hospital psiquiátrico.

'Pánfilo', que leyó por teléfono esa carta a Sánchez, quedará en libertad tras su estancia en ese hospital y no tendrá que volver a la cárcel.

Los hechos por los que se juzgó a 'Pánfilo' se remontan al pasado mes de julio, cuando éste, en evidente estado de embriaguez, interrumpe la grabación de un documental sobre música urbana en Cuba y grita: "Aquí hay tremenda hambre, lo que hace falta es jama (comida, en el argot cubano)".

Una intervención que habría pasado inadvertida
La intervención de 'Pánfilo' habría pasado inadvertida de no ser porque alguien colgó las imágenes en el sitio de internet Youtube, donde ha sido vista por más de medio millón de personas, y a partir de ahí se crearon grupos de apoyo a 'Pánfilo', uno de ellos en Miami identificado como "Jama y libertad".

La condena a 'Pánfilo' la pasada semana en apelación causó considerable revuelo, al menos en los medios de información, "y ha sido la opinión pública internacional la que logró rescatarlo de este 'gulag tropical'", dijo Sánchez.

Esta "buena noticia, un hecho inusual y sin precedentes" -insistió- no debe ocultar el drama de los miles de presos por "peligrosidad social pre delictiva", que Sánchez cifró entre tres y cinco mil personas y son "técnicamente inocentes porque no han cometido delitos".

Entre estos miles de presos hay prostitutas, mendigos, músicos con mensajes radicales o vendedores ambulantes del mercado negro, ya que la "peligrosidad" puede ser aplicada de forma elástica hacia aquellos que están en estado "pre delictivo".